Las multas de Tráfico más inesperadas y extrañas a conductores y copilotos 

Algunas infracciones al volante responden a acciones cotidianas a las que se le resta importancia

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Un agente de Tráfico durante un control
Un agente de Tráfico durante un control / D.C.

Las sanciones a conductores por incumplir la normativa de Tráfico van más allá del exceso de velocidad o de conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, los motivos más habituales de multa. Tanto es así que ni siquiera los copilotos están a salvo del castigo administrativo. La normativa recoge una serie de circunstancias olvidadas por los conductores que pueden llevar a la pérdida de puntos del carnet y al pago de multas. Por ejemplo, por mirar la pantalla del coche para cambiar una canción o modificar la ruta del GPS. ¿El motivo? Es una distracción al volante.

De hecho, la DGT realiza campañas específicas para vigilar la máxima atención al volante, ya que considera que esta circunstancia está presente en muchos de los siniestros en la carretera. En la categoría de distracciones, hay una enorme cantidad de motivos de multa. La DGT entiende como distracción encender un cigarrillo, ajustar la radio, responder a una llamada telefónica, abrir una botella, comer, manejar papeles, interactuar con el copiloto. Por todo esto, la multa puede ser de 200 euros, según la interpretación del agente de la Guardia Civil. En caso de que el motivo de la retención sea conducir con el móvil en la mano, además de los 200 euros, se pierden 6 puntos del carnet de conducir. Todo lo que no sea tener fijada la atención en la carretera puede suponer motivo de multa según la interpretación del agente.

Los copilotos tampoco se salvan. Todas esas distracciones al conductor, pueden ser atribuidas a la persona que va al lado y las autoridades también multar. Otra de las razones para sancionar al copiloto son por no llevar puesto el cinturón o por tirar basura por la ventana. Asimismo, no estar sentado de manera correcta también acarrea multa. Por ejemplo, por situar los pies en el salpicadero. Esto puede salirle al copiloto entre 80 y 100 euros. En el capítulo de acciones cotidianas penalizadas, está la de tirar cigarrillos por la ventana con hasta 500 euros para el acompañante. Si es el conductor, se le suma la pérdida de seis puntos del carnet.

Después hay otras infracciones que no son tan extrañas pero que sí que olvidan muchos conductores. Sin embargo, la realidad es que forma parte de la ley. Tocar el claxón indebidamente en situaciones que no sean de aviso para evitar accidentes puede suponer 80 euros. Otra práctica muy común en conductores que puede acabar con hasta 200 euros de multa es la de acaparar el carril izquierdo si el derecho está libre y no hay intención de adelantar. Si alguna cámara detecta esto o lo ve algún agente, es sancionable. Pese a que no se conocen tantos casos de multa por estas razones, es una situación punible.

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