Blanca García-Orea, nutricionista: "El truco para hacer una ensaladilla rusa prebiótica y saciante"
Un clásico del verano que se transforma en un plato rápido, saludable y beneficioso para tu microbiota intestinal
Jesús Ansal arrasa en TikTok al descubrir en Chiclana la tienda de paquetes sorpresa de Amazon por 10 €
La ensaladilla rusa es uno de los platos más clásicos del verano, pero también puede convertirse en una receta saludable y con propiedades digestivas si se prepara de la manera adecuada. Así lo explica la nutricionista Blanca García-Orea, que en uno de sus últimos vídeos en Instagram ha mostrado cómo elaborar una versión rápida y nutritiva de este plato utilizando conservas vegetales y aplicando un truco que multiplica sus beneficios: el almidón resistente.
Según detalla la especialista, este tipo de almidón se genera cuando alimentos como la patata, el guisante o la zanahoria se cocinan y posteriormente se enfrían. El resultado es un alimento que no solo ayuda a controlar la glucosa en sangre, sino que también incrementa la saciedad y actúa como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas del intestino. "De esta forma, los hidratos de carbono de la ensaladilla rusa no solo llenan más, sino que se convierten en aliados de nuestra microbiota", apunta.
Conservas que facilitan la vida sin perder calidad
García-Orea recuerda la importancia de contar con conservas de verduras en la despensa para agilizar las comidas del día a día sin renunciar a la calidad nutricional. "Si tienes poco tiempo como yo para preparar comidas, las conservas de vegetales te hacen la vida más fácil", explica.
En este caso, la base de la ensaladilla rusa está en un bote de verduras cocidas compuesto por patata, guisantes, zanahoria y aceitunas verdes, acompañado de un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y vitamina C como conservante natural. Estos ingredientes, ya preparados y listos para escurrir, permiten ahorrar tiempo en la cocina sin perder el sabor ni las propiedades de las hortalizas.
Paso a paso: la receta de ensaladilla rusa prebiótica
Blanca García-Orea propone una elaboración sencilla en la que apenas se necesitan unos minutos:
- Escurrir las verduras en conserva. Patata, guisantes, zanahoria y aceitunas verdes serán la base de la ensaladilla.
- Añadir proteínas de calidad. La nutricionista incorpora tacos de jamón y tres o cuatro huevos revueltos, que aportan saciedad y mejoran el perfil nutricional del plato.
- Incorporar la mayonesa. Este ingrediente es clave para dar cremosidad y unir todos los elementos. Puede utilizarse mayonesa casera o una opción ligera según las preferencias.
- Mezclar bien. El resultado será una ensaladilla lista para comer, fresca, saciante y con beneficios digestivos gracias al almidón resistente presente en las hortalizas cocidas y enfriadas.
Beneficios más allá de la saciedad
La propuesta de García-Orea no es solo una alternativa rápida a la ensaladilla rusa tradicional, sino que también aporta un valor añadido desde el punto de vista de la nutrición. La presencia de almidón resistente contribuye a mejorar la salud intestinal al alimentar la flora bacteriana, lo que repercute en un mejor bienestar digestivo y en la prevención de picos de glucosa.
Además, el uso de huevos y jamón en tacos asegura un aporte proteico extra que convierte este plato en una comida completa y equilibrada. "Con esta receta no solo tenemos una ensaladilla rápida, sino también un plato que ayuda a mantenernos saciados durante más tiempo y que cuida de nuestra microbiota", concluye la nutricionista.
Un clásico renovado para el verano
La ensaladilla rusa se reinventa en esta versión prebiótica y saciante, que combina tradición, rapidez y beneficios nutricionales. Una receta pensada para quienes buscan comer bien sin pasar horas en la cocina, y que además demuestra que con pequeños trucos es posible transformar un plato de siempre en una opción aún más saludable.
Temas relacionados
1 Comentario