Aurelio Rojas, cardiólogo: "Existe relación entre las nueces y el riesgo de infarto"

Estudios científicos avalan los beneficios del consumo regular de frutos secos como las nueces para la salud cardiovascular y cerebral

Aurelio Rojas, cardiólogo, da la voz de alarma: "Hay dos alimentos que te están matando"

Aurelio Rojas, cardiólogo / @doctorrojass

En un mundo cada vez más preocupado por la salud y la prevención, pequeños gestos como incorporar nueces a la dieta podrían tener un impacto significativo. Así lo recuerda el cardiólogo Aurelio Rojas, quien ha compartido en sus redes sociales una advertencia y una invitación clara: "Existe relación entre las nueces y el riesgo de infarto". Este alimento ayuda a prevenir este tipo de dolencias que pueden tener un desenlace fatal para la persona que la sufra.

Con una publicación divulgativa en Instagram, Rojas explica que no se trata solo de un fruto seco más, sino de un alimento con propiedades científicamente contrastadas. "Con solo tres nueces, tres veces a la semana —es decir, unos 15 gramos en total— puedes mejorar tu salud más de lo que imaginas", afirma. Entre los principales beneficios que se han documentado en estudios internacionales, destaca la reducción del colesterol LDL (conocido como "colesterol malo"), la mejora del estado de las arterias y una menor probabilidad de sufrir infartos.

El especialista hace referencia a investigaciones publicadas en revistas de alto impacto como Journal of the American College of Cardiology (JACC), donde trabajos como el de Guasch-Ferré et al. (2017) mostraron una clara asociación entre el consumo de nueces y una menor incidencia de eventos cardiovasculares. También se citan estudios de 2004 y 2009 que refuerzan esta misma línea, señalando que los frutos secos son mucho más que una fuente de grasa vegetal: son auténticos aliados del corazón.

Pero no solo el sistema cardiovascular se beneficia. El cerebro también puede experimentar efectos positivos con el consumo regular de nueces. "Mejora la memoria y protege frente al deterioro cognitivo", señala Rojas. Esta afirmación se apoya en estudios como el de Arab et al. (2014), publicado en Journal of Nutrition, Health & Aging, en el que se observaron mejoras cognitivas en personas mayores que consumían frutos secos de forma habitual.

La clave está en los nutrientes que contiene este fruto seco, y no necesariamente en el alimento en sí. Las nueces son ricas en ácidos grasos omega-3, concretamente en ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de grasa poliinsaturada con propiedades antiinflamatorias y cardioprotectoras. Por eso, para quienes no toleren las nueces o simplemente no les gusten, Rojas ofrece alternativas sencillas: una cucharada diaria de semillas de chía, de lino molido o bien un suplemento de omega-3 con DHA.

"Lo importante no es la nuez. Es lo que contiene", resume el cardiólogo. Su mensaje, además de riguroso, es accesible: bastan pequeñas cantidades para obtener grandes beneficios, y se puede adaptar la recomendación a las preferencias y hábitos de cada persona.

Aurelio Rojas insiste en que no se trata de magia ni de modas pasajeras, sino de evidencia científica sólida. En una era en la que la prevención es más importante que nunca, incorporar frutos secos como las nueces a la alimentación podría ser una decisión tan sencilla como poderosa.

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