La Policía de El Puerto investiga el robo de catalizadores tras las denuncias de varios vecinos de Valdelagrana. Las sustracciones de estas piezas se produjeron en vehículos y las víctimas, cuando llegaron para arrancar su coche el jueves por la mañana, encontraron tiradas en el suelo la tapa y los tornillos que sujetan la cubierta que protege al catalizador.

No es el único caso producido en la provincia. En febrero, en Jerez, tres personas fueron detenidas como presuntos autores de un delito de pertenencia a grupo criminal y hurto continuado de catalizadores de vehículos estacionados en la vía pública en distintos puntos de la ciudad. En septiembre, la Guardia Civil de Cádiz recuperaba cuatro catalizadores valorados en casi 1.000 euros que fueron sustraídos del interior de varios vehículos, en su mayoría estacionados en los exteriores de talleres mecánicos de la zona costera de la provincia, deteniendo a dos personas en la operación. Los robos se están produciendo en distintas poblaciones de la provincia, habiéndose desmontando incluso redes delictivas en Jerez y en Sevilla.

Los cuerpos de seguridad han advertido en otros puntos de España del aumento de estos hurtos en coches.

¿Por qué se roban?

El catalizador es un dispositivo integrado en el sistema de escape del vehículo, que modifica los gases para reducir las emisiones contaminantes. Lo que lo hace valioso para los ladrones (con incluso bandas organizada) son los metales que contiene en su interior, muy cotizados en el mercado negro: paladio, rodio y platino.

Los ladrones sueltan los tornillos que le unen al tubo de escape y al silenciador; aunque, dado que no se busca su reutilización, la opción más "rápida y eficaz" usada por los ladrones es cortar los tubos con las herramientas apropiadas. El objetivo es extraer los materiales preciosos que contienen, que con las actuales restricciones al comercio están disparando sus precios.

Las piezas no son fáciles de reponer, debido a la creciente demanda de catalizadores nuevos que se está produciendo en los talleres, donde al parecer tardan un tiempo en llegar por problemas de suministros. Reponerlo puede costar de 200 a 700 euros, según el modelo de coche.

Consejos de la Policía

El pasado verano, la Policía Nacional de La Rioja emitía una nota con consejos para evitar robos ante los que se estaban produciendo en la comunidad. Así, se aconseja marcar el catalizador grabándolo con la matrícula del vehículo o el VIN (Vehicle Identification Number), una serie de 17 dígitos que identifican el vehículo como si fuera su DNI, dificultando de esta manera la posterior venta de piezas en el mercado negro.   

Además, se recomienda pintar el catalizador con alguna pintura llamativa que lo diferencie a simple vista. La pintura, eso sí, tiene que resistir altas temperaturas. Se puede instalar en un taller una plancha inferior protectora que, aunque no evitará el robo al cien por ciento, sí servirá como medio disuasorio al complicar el acceso y el desmontaje.Por otro lado, aparcar el coche en un garaje o en el interior de una propiedad privada siempre es más difícil de acceder para los ladrones. Mejor si tiene  un correcto sistema de iluminación y no dejar dentro del vehículo el mando que permite acceder al interior de ese recinto.Como para cualquier otro robo, cuando se aparca el coche en un garaje se recomienda esperar los segundos necesarios para ver si se ha cerrado correctamente la puerta y llamar  a las fuerzas de seguridad si se va algo sospechoso.