Cada ciertos periodos de tiempo y dependiendo de la antigüedad del vehículo con el cual se circule, todos los conductores españoles deben visitar alguno de los centros ITV esparcidos por todo el territorio nacional para que se efectúen determinadas pruebas y comprobaciones sobre dicho vehículo que permitan evaluar si este está en condiciones de circular, además de revisar las emisiones contaminantes que este genera.

Esta inspección técnica cambió durante el periodo de pandemia, puesto que ciertas pruebas requerían que los técnicos especializados de cada centro entraran en el interior de los vehículos sobre los cuales efectuaban las pruebas, aumentando los riesgos de contagio de Coronavirus.

Ahora bien, en vista de la mejoría considerable en cifras de contagios y fallecimientos a causa de esta patología, en gran parte como consecuencia de una campaña de vacunación internacional efectiva y el cumplimiento generalizado de las normas de seguridad sanitaria impuestas por las autoridades, este tipo de pruebas se volverán a realizar al considerarse que ya no suponen un riesgo para los trabajadores de los centros ITV.

Una de estas pruebas se conoce como OBD (ordenador a bordo), y es pertinente recordar en qué consiste, puesto que algunos conductores pueden haber olvidado su funcionamiento tras este periodo de emergencia sanitaria que tan seriamente ha afectado al desarrollo de determinadas actividades, especialmente en ámbitos laborales y sociales.

¿Qué es el lector OBD que volverá a utilizarse en la ITV?

Este sistema de diagnóstico a bordo (cuya denominación procede del inglés, On Board Diagnostics) nos permite hacer un análisis completo del funcionamiento de nuestro vehículo y nos notifica si existe alguna avería o falla que pueda impedir la circulación en condiciones óptimas.

Normalmente el conector necesario para sincronizar este sistema con nuestro vehículo se encuentra cerca de la parte en la cual el conductor reposa sus pies al sentarse en el interior, aunque muchos vehículos modernos tienen el OBD integrado y nos notifican de cualquier fallo mediante un indicador en el salpicadero.

En la actualidad, los OBD utilizados por los técnicos de los centros ITV son de tecnología punta, con estándares como OBD-2, EOBD y JOBD que aseguran una inspección propicia y detallada para garantizar la seguridad en la circulación de cada vehículo.