Diversificación agrícola

Los melones de la Sierra de Cádiz llenan los fruteros de Europa

  • Villamartín y Puerto Serrano se convierten en una plaza importante para la producción de la variedad cantalupo.

  • Alrededor de 400 camiones trailers han transportado ya para su comercialización exterior más de 8 millones de kilos de esta fruta en esta campaña agrícola

Un grupo de trabajadores recogiendo melones en una parcela de Villamartín.

Un grupo de trabajadores recogiendo melones en una parcela de Villamartín. / Cándido Peña

Villamartín y Puerto Serrano se han convertido en los últimos años en una plaza melonar de Francia. Las ricas tierras de los Llanos de Villamartín son idóneas para el cultivo de una fruta muy demandada en Europa como es el melón de la variedad cantalupo y hay unas 480 hectáreas de terrenos en este pueblo de la comarca dedicadas a ellos, que se erigen en una oportunidad de trabajo para cientos de personas de la Sierra durante la temporada de recolección. Por su parte, Puerto Serrano se han transformado en la sede productiva de este cultivo pues hay una planta donde se manipula y envasa esta fruta que se exporta y se comercializa al completo a Francia y de ahí a otros puntos.

En lo que va de recolección han partido ya en esta campaña desde las naves que operan en Puerto Serrano al país vecinos unos 400 camiones tipo trailers cargados de melones, con 22.000 kilos cada uno. Lo que significa que la Sierra está exportando una media de 8,8 millones de kilos de melones cantalupo, variedad con características muy singulares pues son redondos, rugosos y más pequeños que los de piel de sapo, con carne anaranjada, para llenar los lineales de los supermercados más allá de los Pirineos. Pero no sólo el melón que se cultiva en el entorno de la Sierra se come en Francia, esta fruta está entrando en otros mercados centroeuropeos, a través de la empresa que lo comercializa.

¿Y quién es el artífice de esta iniciativa que llena de jornales durante un puñado de meses (desde febrero con la siembra hasta el verano con la recolección) las tierras de esta zona? Se trata de una firma francesa que arribó hace unos 10 años a esta parte de la Sierra y ofreció a un grupo de propietarios en regadío de los Llanos de Villamartín alquilarles sus parcelas para sembrar esta variedad de melón.

Una cuadrilla de trabajadores recolectando melones para su exportación. Una cuadrilla de trabajadores recolectando melones para su exportación.

Una cuadrilla de trabajadores recolectando melones para su exportación. / Cándio Peña

Hoy en día, la producción y comercialización de los melones serranos se realiza bajo el nombre de Sur Fruits Production, entidad que da empleo temporal a unas 700 personas que integran cuadrillas de trabajadores que vienen de Puerto Serrano, Villamartín, Bornos, Arcos, Olvera, Espera e incluso Jerez, entre otros. Y claro, ha cambiado algunas tendencias entre la mano de obra, que hasta hace poco se desplazaba a otros puntos para participar en campañas como la fresa o los frutos del bosque en Huelva.

“Lo cierto es que desde que comenzó el cultivo del melón en el entorno de Puerto Serrano y Villamartín se ha venido produciendo una transformación del tejido económico local porque, por una parte, se da mucha mano de obra jornalera, que hace que sean menos las familias que tienen que emigrar en este momento punta de la temporada, que coincide con la fresa en Huelva. Y por otra parte, el melón se está manipulando desde naves de Puerto Serrano y hay mucha gente que está trabajando en la cadena de envasado, frío y tareas administrativas. En total, hay picos de carga de trabajo en los que puede haber cientos de familias beneficiadas”, explica el alcalde de Puerto Serrano, Daniel Pérez.

Los primeros en llegar

¿Y qué tiene la Sierra y en concreto el entorno de Los Llanos de Villamartín para que se dé este producto tan singular? Según fuentes de la empresa Sur Fruits Production, el clima es favorecedor para este cultivo, que hace que se adelante la producción con respecto a Francia, con lo que los melones serranos son de los primeros que llegan al mercado exterior. Esta siembra necesita del agua, así que las tierras que forman parte de los regadíos de los Llanos villamartinenses son propicias para ello. “En contra de lo que pueda parecer el cultivo de estos melones necesita menos agua que otras producciones que se dan en esta zona”, explican fuentes de la empresa melonera.

Además de la plantación y recolección, Puerto Serrano alberga unas naves para la manipulación, frío y envasado que da trabajo durante la temporada a medio centenar de personas, la mayoría de ellas mujeres de este pueblo, además de las cuadrillas de jornaleros que trabajan a pie de mata.

La planta de manipulación y envasado para los melones en Puerto Serrano. La planta de manipulación y envasado para los melones en Puerto Serrano.

La planta de manipulación y envasado para los melones en Puerto Serrano. / Cándido Peña

Así que recalca el alcalde polichero que “esta tarea está consiguiendo fijar población en el territorio con gente que no tiene que emigrar fuera y está consiguiendo cierta estabilidad en el empleo y sueldo. Ello está repercutiendo en Puerto Serrano, puesto que ese dinero se gasta en comercios del pueblo, que a su vez se nutren de productores locales. Desde el Ayuntamiento notamos una mejora sustantiva no sólo en los datos de empleo, en los momentos picos de la temporada, también se está notando en el nivel de renta de las familias”. Y subraya el regidor que, aunque los melones llevan ya años instalados en la comarca, ha sido “en los últimos años cuando se ha normalizado la actividad en el mercado y ha conseguido un flujo económico de primer nivel”.

A nadie se le escapa la dificultad que ha supuesto en los últimos años la puesta en marcha de los regadíos de los Llanos, en Villamartín, un proyecto que abanderó en su día la Junta de Andalucía, junto con el Ayuntamiento de Villamartín para transformar unas 3.000 hectáreas de terreno buscando la diversificación agrícola como alternativa al secano. De un tiempo aquí algunos regantes de la comunidad que gestiona este proyecto sienten un desahogo al poder alquilar sus tierras para la producción melonar y así hacer frente a los altos costes que le supone formar parte de estas infraestructuras.

Para Ramón Holgado, el presidente de la Cooperativa del Campo de Villamartín “a nivel local poder alquilar esas parcelas es una salida que tienen los regantes por esa falta de cultivos rentables que hay. La producción melonar viene a cubrir una parte importantes del término municipal de un colectivo con 3.000 hectáreas. Ojalá con el tiempo sean estos agricultores capaces de tener su propia autonomía y sean ellos los que comercialicen estos productos. Por ahora no es posible y hay que destacar que los franceses lo hacen bien y de forma honrada y retribuyen a los agricultores con una renta bastante digna y eso es una salida más”, apostilla.

Además de esta firma francesa, otros empresarios de fuera han optado por las tierras villamartinenses de regadío para propiciar plantaciones de tomates, zanahorias y horticultura y agricultores de aquí están optando por otros cultivos buscando la diversificación. Por ejemplo, se están sembrando almendros y olivos, cultivos leñosos que están cubriendo una parte de la zona regante. Y también explotaciones agrícolas optan por el algodón ya que tienen derechos adquiridos sobre este cultivo.

Así que la transformación de los Llanos de Villamartín empieza a despuntar con estos cultivos alternativos al girasol y el cereal. Algo que ha cambiado hasta el paisaje. “Los riegos nacieron en unos años muy difíciles y parece que ya se está viendo la luz. Las tierras de regadíos valen más que las de secano, con lo que las fuertes inversiones que han soportado los agricultores, con los grandes costes, se traduce en un valor patrimonial”, concluye Ramón Holgado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios