El Viernes de Dolores incorpora hoy un segundo apellido: de Servitas. La orden establecida en la parroquia de San Lorenzo estrena -o reestrena, según la amplitud histórica con la que se mire- día de salida procesional, adelantándose a la Semana Santa para celebrar con la procesión de su titular la antigua festividad de los Dolores de María al Pie de la Cruz que en Servitas se sigue conmemorando este viernes anterior al Domingo de Ramos. Dicen que la aspiración por regresar al Viernes de Dolores en el seno de los servitas era antigua y grande; y tras el permiso diocesano que hace hoy un año recibió la orden, esta tarde culminará un año especialmente intenso para adelantar siete días la salida de la Virgen de los Dolores.

"Estamos viviendo estos días muy intensamente. Estamos celebrando los cultos y a continuación la salida procesional, así que son días de mucho trabajo; pero de mucha ilusión. La gente está muy ilusionada y colaborando mucho", afirma la priora de Servitas, Encarnación Orellana, sobre la Cuaresma que están viviendo en San Lorenzo.

Uno de los objetivos del 'abandono' de la Semana Santa para Servitas era mejorar la salud tanto del apartado humano de la hermandad como del cortejo procesional. Y aunque aún es pronto para valorar la medida, lo cierto es que en Servitas ha crecido este año la nómina de hermanos y también se va a incrementar el cortejo. "Hemos tenido que hacer a prisa y corriendo túnicas, antifaces y de todo porque nos habíamos quedado sin hábitos", indica Encarnación Orellana, que cifra en torno a los 120 hermanos el acompañamiento que hoy desfile delante del paso de palio. "Hay hermanos de toda la vida que este año han tomado la decisión de salir; y tenemos casos en los que sale toda una familia: abuelos, padres e hijos. La verdad es que es muy gratificante ver la respuesta que están teniendo los hermanos", valora la priora.

Las siete en punto de la tarde es la hora fijada para que la cruz de guía de Servitas se ponga en la calle. Por delante tendrá cinco horas de un recorrido que tiene dos puntos o momentos especiales. El primero de ellos será la estación de penitencia en la Catedral, donde aprovechando que es la única hermandad del día y que no debe cumplir unos horarios en carrera oficial, la orden podrá desarrollar el acto de protestación de fe de manera especial. "Creo que puede estar muy bonito", confiesa Orellana. Una vez cumplida la estación penitencial en la Seo, otro momento intenso será el paso por Montañés. Allí, en la iglesia de las concepcionistas, habrá también un acto destacado; y es que el destino ha querido que la salida en Viernes de Dolores coincida con el 250 aniversario de la carta de hermanamiento entre la orden de Servitas y las religiosas concepcionistas (que además son las madrinas de la coronación canónica de la Virgen de los Dolores).

El resto del recorrido será cuanto menos curioso y prácticamente inédito, al no completar la carrera oficial y recorrer calles poco usuales en Semana Santa. "Veíamos que la carrera oficial iba a estar con los palcos del Palillero por ejemplo instalados pero sin sillas, y que eso iba a ser un poco incómodo para el público y raro para nosotros. Además, queríamos una vuelta que no fuera muy larga y que no discurriera por el mismo itinerario que la ida", explica Orellana sobre el itinerario que de algún modo será experimental.

Otra gran novedad en el cortejo será la presencia de un conjunto vocal e instrumental que irá delante del paso de palio y que interpretará piezas sacras en las paradas de la procesión. Se trata del grupo Sequentia, formado por cinco voces y un fagot, "que están muy ilusionados con la salida". Allí cerca, en la presidencia del cortejo, estará al fraile servita que ha venido desde Roma esta Cuaresma para predicar el triduo que finalizó ayer, Franco María Azzalli, postulador general para la Causa de los Santos y Beatos de la orden servita. "Está muy ilusionado con la procesión, porque para él estas cosas son totalmente nuevas y desconocidas; y lo está disfrutando mucho", comenta la priora.

Con todas estas novedades, y la incertidumbre de cómo será la experiencia de procesionar en el día de hoy, se presenta Servitas para darle un segundo apellido al Viernes de Dolores y para poner el broche de oro a la Cuaresma... o adelantar, a las órdenes de José Julio Reyeros, el inicio de la Semana Santa.