Pseudoprocesiones en Cádiz
La Tribuna Cofrade
Las caprichosas limitaciones que impone el Obispado al culto externo de las cofradías están derivando en unas salidas o traslados que bien merecen una reflexión
Cádiz tiene un problema con los cultos extraordinarios en la calle. Tanta limitación anunciada y decretada por el Obispado ha derivado en un quiero y no puedo que no le está haciendo ningún bien a la generalidad de las hermandades. El último ejemplo lo vivimos el lunes con el traslado de la Virgen del Buen Fin a la Merced, después de celebrar en la Catedral la función de sus cultos con motivo del 75 aniversario de la bendición de la imagen y uniéndose al Año Jubilar de la Esperanza. Pero antes también lo hemos visto con Cigarreras este mes de agosto, e incluso con el Nazareno a primeros de septiembre.
En todos los casos se ha repetido la misma tónica: parihuelas que son algo más pero que no terminan de ser pasos procesionales; música de capilla que son algo más pero que no terminan de ser una banda; y traslados que son algo más pero que no terminan de ser procesiones. El resultado, en todos los casos, es una cierta sensación de que se estuviera celebrando un culto ilegal, como si se quisiera encubrir de sencillo traslado lo que en el fondo, y en la forma hasta cierto punto, es una procesión.
Y si no lo es, lo debería ser. Porque la Esperanza de Cigarreras debió salir en procesión extraordinaria en agosto con todos sus avíos, y sobre todo con una confirmación de Palacio con mucha más antelación que la que tuvo la hermandad del Miércoles Santo. Y porque también, por qué no, el Nazareno debería haber regresado a su capilla después de esa histórica peregrinación por extramuros en su paso procesional y acompañado de una formación musical en toda regla, y no con estas cameratas que tan de moda se están poniendo en Cádiz. Anda que suena igual una marcha con una banda completa que con cuatro, seis, o 17 músicos. Igualito...
También este pasado lunes de la Inmaculada debería haber regresado en procesión pura y dura Buen Fin, porque motivos tenía de sobra para su celebración.
¿Qué problema tienen en el Obispado para que tras Buen Fin se completaran los músicos que faltaban de esa banda que vino de Utrera, con la batería completa? ¿Por qué se tardó tanto en autorizar la salida de la Esperanza en agosto? ¿Pidió el Nazareno regresar en su paso y en procesión como culminación de la peregrinación extraordinaria por el Año de la Esperanza?
No vamos a hacer apología aquí de que las procesiones extraordinarias proliferen sin control ni medida. Ya nos hemos pronunciado al respecto en varias ocasiones en los últimos tiempos, siempre que hemos percibido una cierta desmesura en este tipo de cultos. Pero tampoco podemos estar de acuerdo con que se quiera cerrar el grifo por completo, sobre todo considerando que tanto Cigarreras, como Buen Fin y el Nazareno tenían motivos para haber celebrado con plena normalidad estas salidas que han protagonizado y que parecen haberse producido por la puerta de atrás. Como también podrían haber organizado salidas la cofradía del Amor y la del Huerto. Y mucho menos podemos dejar en el olvido estas medias tintas a la que se están acostumbrando unos y otros de autorizar traslados con pequeñas dosis de procesión, porque ni es una cosa ni la otra.
Lo que se necesita del Obispado es que actúe con criterio. Que cuando no vea motivos fundados para autorizar una procesión, no lo haga. Y si autoriza un traslado pero no una procesión, que obligue a la parihuela sencilla y a las condiciones musicales que sean menester; pero que no haga esto de ‘no pero sí’, porque no beneficia a nadie.
Al mismo tiempo, habría que pedir a las propias hermandades una mayor conciencia de lo que tienen ante sí, para no contribuir a estas pseudoprocesiones disfrazadas de traslados que lejos de aportar nada desdicen mucho del culto propio que durante décadas (haya quien haya en Hospital de Mujeres) han celebrado los cofrades. Aunque algunos parezcan estar ahora lleno de complejos.
La Esperanza cofradiera
Rodeada de cirios y elevada varios metros sobre el suelo luce majestuosa estos días la Virgen de Gracia y Esperanza en su nueva sede de Santa Catalina. La imagen que dejan los cultos que estos días dedica El Huerto a Su Dolorosa ha llamado la atención por lo poco acostumbrados que estábamos de ver a esta Virgen en un altar así. La cofradía ha querido celebrar por todo lo alto que al fin vuelve a rendir culto a su titular con motivo de la fiesta de la Esperanza. Y, al mismo tiempo, la Mayordomía da un espaldarazo hacia ese nuevo camino que quiere recorrer la hermandad en su nueva casa de Santa Catalina. Bienvenidas sean estas imágenes de la nueva etapa que vive El Huerto, donde la Esperanza brilla como nunca en Capuchinos.
Los tramos
Primer tramo. Al fin se confirmó la salida de Humillación el Sábado de Pasión. Gana Cádiz. Segundo tramo. Otra apuesta fuerte de Las Aguas, ahora con el vestidor. Suerte. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “Ya suenan de nuevo las campanas de la Merced”. El segundo: “¿Qué tal es Don Ramón en las distancias cortas?”. Y el tercero: “Yo no la hubiese sacado así”. Cuarto tramo. Anoche pregonó Cristina Herce a la Esperanza del Amor. Quinto tramo. ¿Tienen que corregir el decreto sobre Humillación?
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