Una Semana Santa politizada

Se ha salvado la Semana Santa de una convocatoria electoral en Domingo de Ramos, como se habló hace unos días, pero el inicio de la campaña el Viernes de Dolores puede tener una incidencia importante en los desfiles procesionales de este año. No estaría de más que el Consejo iniciara gestiones para solicitar, por ejemplo, que el tránsito de cofradías por la ciudad no esté ‘engalanado’ con los rostros de los candidatos a presidente del gobierno colgando de farolas y pegados en paredes y vallas; o para que los partidos eviten actos y mítines que puedan afectar de algún modo a las procesiones. Más difícil de controlar será el desmesurado interés político que de repente cobrará este año la Semana Santa, con visitas a iglesias, a salidas, o al palco del Palillero.

Horarios

Ya se han conocido esta semana (dentro de esa antelación exagerada que comentábamos hace pocos domingos). Un detalle respecto a lo publicado por el Consejo: como si no es ya de por sí tedioso el paso de una hermandad por carrera oficial, casi todas las cofradías se han dado ¡5 minutos! más por carrera oficial. Llama la atención que el Consejo sigue sin controlar esta cuestión horaria, permitiendo que cada hermandad diga y decida qué tiempo necesita para pasar y para llegar a cada punto del recorrido, cuando posiblemente (por el bien de los hermanos que procesionan y del público que ve los cortejos) debiera repartir el tiempo en función del número de pasos y nazarenos que tenga un cortejo. Que luego se ven cofradías con menos de cien capirotes y un solo paso que tardan más en pasar que otras con más de dos centenares de nazarenos y dos pasos (y es verídico, esto). Las aceras piden agilidad, y las cofradías responden ampliando cada año más su tiempo de paso. Un sinsentido.

Itinerarios

Ya hay señalados varios momentos de la Semana Santa que serán especiales por lo novedoso que supone. Apunten el camino de Afligidos a Nueva a partir de la Plaza de las Flores (por Columela, Montañés, Candelaria, Santo Cristo y Manzanares) y su regreso a San Lorenzo por San Miguel y Gaspar del Pino, el de Descendimiento con la luz de la tarde oscureciendo mientras cruza Columela en su totalidad, el de Medinaceli por el Campo del Sur a la ida y a la vuelta, el de Sentencia por Marqués de Cádiz y Ruiz de Bustamante (tiene que impresionar ver ahí el misterio, en una ciudad cuyos capataces suelen huir de estrecheces y maniobras con una mínima complicación), o el del Perdón por José del Toro y Columela. Llama la atención, en el lado contrario, los inexplicables rodeos que realizan algunas hermandades, parece ser que con el único interés de alargar más su tiempo en la calle.

El Nazareno

El proyecto anunciado esta semana por la cofradía es de un calado enorme. Se trata de una iniciativa con la que todos ganan; la cofradía, que ingresará bastante dinero en concepto del uso del columbario; y los hermanos (y los devotos, si el cabildo finalmente aprueba ampliar los beneficiarios de este espacio) que podrán descansar a los pies de sus devociones. El proceso parece tan sencillo, a priori, que a buen seguro dará a pie a proyectos similares en el futuro, aunque tampoco son muchas las cofradías que en Cádiz tienen en propiedad capillas o iglesias.