Diario Cofrade

Martes Santo en San Fernando: Caridad, Huerto y Prendimiento desafían al tiempo

  • La lluvia precipita la vuelta de las hermandades a sus templos después de que la tarde se iniciara con un cielo azul y escasas nubes

La hermandad del Huerto de San Fernando por Carrera Oficial

Comenzó el Martes Santo con miradas al cielo, y sobre todo a los partes meteorológicos, porque las previsiones anunciaban lluvia. La tranquilidad de las primeras horas de las Prendimiento, Huerto y Caridad en las calles de San Fernando se tornaron preocupación cuando las nubes empezaron a descargar agua sobre los cortejos y pasos. Mientras Caridad decidía regresar a casa nada más salir de Carrera Oficial, las otras dos hermandades optaron por proseguir con normalidad al principio, quizás con algo más de celeridad, para disfrutar de esta salida procesional que tanto esperaban hermanos y cofrades. Prendimiento y Huerto se recogía unas dos horas antes finalmente.

La primera hermandad de San Fernando se asomaba a este Martes Santo era Prendimiento. En los alrededores de la iglesia del parque, de la parroquia de San José Artesano, se percibía la gran expectación que había tras una jornada de Lunes Santo fallida. Había aplausos a la llegada de las bandas que acompañarían a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento y María Santísima del Buen Fin en su recorrido por el centro de la ciudad. El sol apretaba con intensidad y ni una nube prometía lluvia, aunque las web especializadas seguían dando probabilidad de precipitaciones como horas más tardes (aunque fuera por unos instantes) se confirmaba. Algunas personas aprovechaban el paraguas con el que había cargado para protegerse de los rayos.

Quienes esperaban mostraban su impaciencia, cuando ya pasaban las 17.45 horas y las puertas del templo aún no se habían abierto. Se asomaban a la puerta, corrían para colocarse en el sitio que alguien les había reservado en esos primeros metros de itinerario. Un murmullo que se convirtió en entusiasmo corrió cuando las puertas se abrieron. Eran las 17.52 horas y la cruz de guía abría camino. El Prendimiento estaba en la calle.

El paso de Nuestro Padre del Prendimiento bajaba la rampa con paso cortos, controlados, para girar hacia la banda y vivir uno de los momentos más emocionante: los cargadores entonaban La muerte no es el final y su emoción se extendía a su alrededor. Los devotos gritaban "¡ese Prendi" o "¡ole, esos cargadores" cuando sus voces ya se apagaban. Y de nuevo el trono giraba para encarar su camino hacia la estación de penitencia. Aplaudían los asistentes, rendidos a su Cristo mientras reconocían que durante toda la mañana habían rezado para que este momento llegara, para que después de tres años sucediera tan esperada salida.

En la Pastora un gran ambiente esperaba a Huerto y Gracia y Esperanza. La hermandad decidía salir, sabía que iba a llover pero asumía el riesgo. Era demasiado tiempo sin la alegría de la calle, sin la estampa del largo cortejo aportando el reconocible verde de sus túnicas, sin la escena de la Oración en el Huerto recorriendo San Fernando.

En el horario previsto la hermandad cumplía con su entrada a la Iglesia Mayor, con la Carrera Oficial, cuyos ocupantes se levantaban en señal de respecto con el paso del Señor y de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada unos metros más atrás. Antes sonreían con los más pequeños, a los que los adultos guían, por los menores que caminaban con las cestas vacías que incluso se ponían en las cabezas. Es una entidad con relevo generacional, como demuestra la infancia y la juventud de buena parte de los hermanos que ocupan sitio en el cortejo.

Esas sonrisas contrastaban con la preocupación por el devenir de la tarde: del azul al blanco, el cielo se cubría de nubes, y el viento advertía lluvia. Eso no impidió que la entidad continuara con sus planes: con el itinerario marcado para volver a su templo, pero adelantado sobre el horario previsto con paso acelerado por el barrio de la Pastora. El cielo encapotado acompañaba a la Virgen de Gracia y Esperanza en el retorno al templo con los cirios comenzando a ser encendido y a mostrar de lejos un reguero de luces danzantes en claro contraste con la cada vez más entrada la noche. Nada podrá entristecer este retorno de la hermandad a la Semana Santa después de una dura pandemia.

Las puertas del templo de San Francisco eran las últimas en abrirse en San Fernando en este Martes Santo para dejar salida a Nuestra Madre y Señora la Santísima Virgen de la Caridad que sostiene en su regazo al Santísimo Cristo de la Salvación en el Misterio de su Sagrada Mortaja. Volvía a las calles, y la impaciencia era máxima entre quienes esperaban en plena calle Real al paso. Solo tres minutos de diferencia sobre el horario previsto y los cofrades se preguntaban qué pasaba, incluso a algunos ya llegaba la información de que había dudas por las previsiones de lluvia, que hizo que tras salir de Carrera Oficial el cortejo continuara recto para volver al templo. Había público de todas las edades, muchos jóvenes que se posicionaban en primera fila.

Como con otras hermandades, la tradición familiar también impera: dos hermanas esperaban con sus maridos la salida. "Hace 33 años que no salgo", comentaba una, ya habían reconocido entre los penitentes a tres familiares. Cuando poco después de las 19.20 horas esta piedad asomaba en la puerta se hacía el silencio, roto por los primeros aplausos, roto por la banda de música de Agripino Lozano que ayuda en los primeros pasos de los cargadores, roto por la voz del capataz y sus órdenes.

La jornada a cada paso

Pasadas lasa 23.30 horas. Finalmente Huerto y Prendimiento aceleraron sus pasos para entrar a sus templos con dos horas de antelación sobre el horario previsto. Apenas unas gotas les ha caído antes de la entrada al templo, cuando ya sí arrecía la lluvia fuerte.

A las 22.20 horas. La nube descarga y pasa, ya no llueve en La Isla, y las hermandades del Huerto y Prendimiento deciden seguir el itinerario previsto, sin recortes, solo algo más acelerados si cabe.

Sobre las 21:45. Llueve en San Fernando y Caridad recorta su itinerario para entrar ya en San Francisco tras salir de carrera oficial.

Huerto camina hacia la Pastora de vuelta. Huerto cumple con la carrera oficial y toma el camino para

regresar al barrio de la Pastora después de un tarde azul que se ha tornado blanca en torno a las 19.45 horas. El cielo encapotado acompaña a la Virgen de Gracia y Esperanza en el retorno al templo con los cirios comenzando a ser encendido y mostrar de lejos un reguero de luces danzantes en claro contraste con la cada vez más entrada la noche.

El cielo y el viento presagia lluvia pero ya nada entristece este retorno de la hermandad a la Semana Santadespués de una dura pandemia. Como siempre, con un cortejo extenso en el que llama la atención la cantidad de pequeños. Como siempre, con los comentarios entre el público de palcos y a pie de calle sobre el maravilloso paso de la Oración en el Huerto, sobre la belleza de Gracia y Esperanza.

Caridad también vuelve a las calles. Tiene la gente ganas de pasos en la calle. Y cuando tres minutos pasados de la siete abren las puertas de San Francisco aplauden. Hay público de todas las edades, muchos jóvenes que esperan en primera fila el paso de Caridad. Pero como con otras hermandades, la tradición familiar también impera: dos hermanas esperan con sus maridos y otros familiares la salida. "Hace 33 años que no salgo", comenta una. Hace un momento ha reconocido a su nieta que sigue la costumbre de preceder a la Virgen con su hijo el regazo. Poco después saludan a otra familiar y casi al final del cortejo a  otro. 

Caridad asoma en la puerta a las 19.22 minutos, se hace en silencio, roto por los primeros aplausos, roto por la banda de música de Agripino Lozano que ayuda en los primeros pasos de los cargadores, roto por la voz del capataz y sus órdenes.

Prendimiento ya está en la calle. Gran expectación en la salida del Prendimiento, con aplausos a la llegada de las bandas de música que acompañan a los titulares de esta hermandad. El sol aprieta con intensidad y ni una nube promete lluvia, aunque las web especializadas siguen dando probabilidad de precipitaciones. Alguna persona aprovecha el paraguas con el que ha cargado para protegerse de los rayos. Quienes esperan muestran su impaciencia, cuando ya han pasado las 17.45 horas y las puertas aún no se han abierto.

Se asoman a la puerta, corren para colocarse en el sitio que alguien les ha reservado en esos primeros metros de itinerario. Un murmullo que se convierte en entusiasmo corre cuando las puertas se abren. Son las 17.52 horas y la cruz de guía abre camino. El Prendimiento está en la calle.

En la Pastora un gran ambiente espera a Huerto y Gracia y Esperanza que también deciden salir. No había muchas dudas después de tanto tiempo sin alegrías en la calle

Mirando al cielo

Prendimiento, Huerto y Caridad miran al cielo de San Fernando, y sobre todo a los partes meteorológicos, para saber si tendrán una tarde de Martes Santo tranquila en sus recorridos por las calles isleñas. Las previsiones han variado a lo largo de la mañana para rebajar el porcentaje de lluvia, que estaba prevista hasta las seis de la tarde

Brilla el sol y el cielo azul da esperanza a los cofrades pendientes de las salidas de esta jornada cofrade. Las entidades, en todo caso, deberán estar atentos también a las siguientes horas por que los pronósticos mantienen probabilidad de lluvia en horas en que los cortejos ya estarían en la calle.

 

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