Diario Cofrade

Juan Carlos Jurado: "La Semana Santa no puede ser inmovilista"

  • El presidente del Consejo avanza que ya se ha sondeado a varias hermandades de cara a la posible reforma de la Semana Santa

  • El hermano mayor de Piedad, Juan Carlos Torrejón, apuesta por que la decisión la tomen los cabildos de hermanos, no las juntas de gobierno

Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo de Hermandades de Cádiz, durante el coloquio en la Fundación Cajasol.

Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo de Hermandades de Cádiz, durante el coloquio en la Fundación Cajasol. / Miguel Gómez

Una nueva configuración de la Semana Santa es un gran reto que se ha planteado ya el Consejo de Hermandades, como en su día se planteó la modificación de la carrera oficial -cuyo proceso aún no ha terminado-. Y esta posible reforma de los lugares actualmente establecidos para cada cofradía hay que hacerla desde una premisa que el presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado, tiene clara: “La Semana Santa no puede ser inmovilista, hay que adaptarse a los tiempos”, tal y como manifestó en el coloquio sobre los retos de la Semana Santa celebrado el martes en la Fundación Cajasol.

Asegura Jurado que el Consejo “ha sondeado ya a varias hermandades” para explorar esos posibles cambios de día que se pretenden para equilibrar mejor la Semana Santa, para redondear el recorrido pasionista que las cofradías realizan de Domingo de Ramos a Resurrección. “Y hay perspectivas”, añadió enigmáticamente Jurado al respecto, planteando un trabajo “de mucho diálogo y de hilar fino” para conseguir esas modificaciones que se planteen.

Uno de esos posibles cambios que suele ponerse sobre la mesa es que la cofradía de Piedad procesione el Viernes Santo, como asume con buen talante su hermano mayor, Juan Carlos Torrejón, que se muestra muy contundente al respecto de esta cuestión: “Hay que tener miras de futuro, e igual que miran a Piedad, mirar a las demás, porque hay que ver las circunstancias de cada hermandad en cada momento”, traslada, al mismo tiempo que apunta otra premisa que considera fundamental: “No creo que sea una cuestión de hermanos mayores ni juntas de gobierno, sino de los hermanos. Una decisión así tiene que someterse siempre a los hermanos, aun no estando de acuerdo la junta con el posible cambio, porque igual el parecer de los hermanos es distinto. Quiénes somos nosotros para cerrar esa puerta”.

Este planteamiento abre la puerta a un nuevo escenario, porque la posibilidad de cambiar de día de una hermandad ya no quedaría a criterio de una junta de gobierno, sino de un cabildo de hermanos que habría que convocar sea cual sea la posición de los actuales gestores.

“Hay que dejar de ser egoístas y pensar en el futuro y en el bien común”, traslada Jurado, que asegura que en cualquier caso “planteamos esta posibilidad de cambios buscando el bien común”.

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