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"En Cádiz podemos decir que las vírgenes están bien vestidas"

  • El vestidor de Angustias de Ecce Homo y uno de los de Servitas reconoce que sufre mucho en la calle cuando las imágenes están procesionando

Jesús Savona ultima los detalles con la Virgen de Angustias de Ecce Homo.

Jesús Savona ultima los detalles con la Virgen de Angustias de Ecce Homo. / jesús marín

"En Cádiz las vírgenes están bien vestidas". Quien dice esta frase lapidaria es Jesús Savona León, vestidor de la Virgen de Angustias de Ecce Homo desde hace más de 30 años y que también ayuda a Manolo Marchena en Dolores de Servitas desde hace menos de una década. Además viste a Servitas y a los dos pasos de Misericordia, estas dos últimas cofradías de San Fernando.

Pese a ser hoy uno de los vestidores más reconocidos de la Semana Santa de Cádiz, cuando empezó en este oficio con apenas 16 años no había cogido un alfiler en su vida. Aquel año de 1981 pasó un día por delante de la papelería de Pepe Díaz, que era de la cofradía de la Expiración, y le preguntó que ¿quién vestía a la Virgen de la Victoria? Las cofradías, que desde siempre han estado ávidas por tener a gente que colabore con ellos, le dijo directamente que tú y poco después se veía aprendiendo este arte con Pepe Pérez y Pedro Utrera, que eran las dos personas que vestían a la titular de la Castrense. Savona asegura que no ha tenido maestro sino que todo ha sido una labor autodidacta.

Eso sí, pertenece a la generación de oro de los vestidores gaditanos que llegaron a las cofradías a principios de los 80 como Jaime Zaragoza, Lorenzo Guttenberg, Juan Luis Zamanillo, Juan Carlos Romero, Manolo Marchena... Todos ellos siguen en activo y lo curioso es que no se ha creado cantera en torno a ellos.

Ahora todos manejan materiales de calidad, pero aquellos inicios eran muy duros porque los ajuares de las vírgenes eran muy precarios y los obligaban a un ejercicio de ingenio para tratar de conseguir algo aparente con lo que había: "Usábamos túnicas de penitentes, mantos de raso y con lo poco que había sacábamos todo el partido que podíamos".

Ahora ya trabajan con tejido buenos y en concreto, una de sus vírgenes, que también es su devoción, María Santísima de las Angustias, "es de las que tiene un ajuar más completo".

Asegura que tiene completa libertad para realizar su función "porque yo no entro en una hermandad que me coarte. Necesito que me den libertad. Evidentemente teniendo en cuenta el sello de la cofradía, desarrollo mi idea".

A la Virgen de Angustias de Ecce Homo llegó en el año 1984 de la mano de José Antonio Pascual, que fue el que se lo recomendó al histórico Isidro Sánchez Brun. Entonces formaban un triunvirato con Pedro Utrera y Pepe Pérez, pero dos años después éste se quedó en Lágrimas de Columna y Jesús Savona en Angustias. Eso sí, tiene marcada y recuerda perfectamente que la primera vez que vistió a esta Virgen fue de hebrea. Sin embargo, si hubo un momento que le encantó fue en la reciente Magna Mariana de junio del año pasado: "Que fuera sola sin San Juan, con los bordados, la toca... Se le hizo un tocado muy gaditano para que la gente que viniera de fuera pudiera apreciar lo que se hacía aquí". Y es que tal y como resalta, Cádiz tiene un estilo propio que se caracteriza "por los pechos planos, cabezas fruncidas caídas a los hombros".

Su método es prácticamente la devoción: "En el momento en el que empiezo a vestir me encomiendo a Ella. Según el encaje que le ponga define el tocado y así vamos avanzando".

El momento de vestirla es algo muy íntimo: "La Virgen no es un juguete ni nada abstracto".

Cada vestidor tiene su propio estilo y las imágenes pueden identificarse también por la mano que hay detrás. En concreto a Savona le gustan mucho los encajes y Angustias, precisamente, "tiene un buen ajuar de encajes y de ternos. Yo me caracterizo mucho por las frentes sinuosas". Así, recuerda que tiene un estilo clásico, como el que marca la propia cofradía: "La ves y siempre parece que está vestida igual. Tiene un estilo muy definido" .

Entre los vestidores asegura que no hay rivalidad, todo lo contrario, y cada uno reconoce el trabajo que hace el otro "y nos llevamos perfectamente".

Savona reconoce que sufre mucho en la calle. En Angustias va encendiendo el paso, por lo que va siempre al lado de la Virgen, al igual que va en Servitas: "Yo sufro muchísimo en la calle. Comprendo que esto está pensando para hacer testimonio de fe en la calle pero lo paso mal por lo que pueda pasar. Una mala levantá, que se caiga un cirio...".

Curiosamente, a Servitas llegó de la mano de su hijo, que quería salir allí y ya lleva 15 años: "Ecce Homo y Servitas son mis dos vírgenes y mis dos grandes devociones".

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