Diario Cofrade

Las Aguas ante su futuro: el centro o extramuros

  • Los hermanos deciden esta tarde en cabildo extraordinario si trasladan las imágenes a una nueva sede, la parroquia de Santa Cruz

El Cristo de las Aguas, en el interior de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar.

El Cristo de las Aguas, en el interior de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. / Julio González

Nuevo cambio a la vista. La cuarta reinvención de una de las cofradías que más cambios de sede suma en una historia relativamente corta (77 años). Un peregrinar a lo largo y ancho de la ciudad que esta tarde puede ver empezar una nueva etapa. La duda, volver al casco histórico o quedarse en extramuros. La decisión, trasladar a las imágenes titulares a la parroquia de Santa Cruz, o mantener el culto en la iglesia del Pilar del colegio de San Felipe Neri.

Trece años, los que lleva la hermandad en el templo de la Avenida, son más que suficientes para haber comprobado que la fórmula aprobada en 2008 no funciona. “Parte del problema es que los marianistas conciben la sede canónica en el Pilar como algo provisional, que se ha ido alargando en el tiempo”, trasladan desde la corporación del Miércoles Santo.

A esta situación en el Pilar se le unen otros dos factores que se consideran fundamentales. De un lado, el uso de este templo “como capilla de colegio”, lo que limita excesivamente el horario de apertura y, con ello, el contacto de hermanos, devotos y público en general con las imágenes, reducido en la actualidad a la tarde de los viernes y a la mañana de los domingos.

El otro factor es la suma ya de trece años procesionando desde un templo distinto al del resto del año. “No tiene sentido tener la sede canónica en un sitio y hacer la salida desde otro”, apuntan en Las Aguas, que hacen referencia a problemas de “logística”, de “desgaste de patrimonio material y humano”, o de no establecer raíces devocionales ni en un sitio ni en otro. Sobre este último factor, en Las Aguas recuerdan escenas cuanto menos poco apropiadas que han tenido que experimentar en estos trece años, como “hacer el traslado con las imágenes tapadas un Domingo de Resurrección a las 7 de la mañana” o como tener que hacer sí o sí el traslado (tanto de ida a Santa Cruz como de regreso a San Felipe Neri) un día de lluvia.

“La situación no es normal”, apuntan. Casi insostenible, ciertamente. De hecho, la hermandad lleva años trabajando en la búsqueda de una solución idónea para el futuro, en una propuesta estable de sede canónica donde poder desarrollar con normalidad los cultos, desde donde poder procesionar y donde los titulares puedan recibir en horario amplio y cómodo la visita de sus devotos. Varias han sido las juntas de gobierno que han planteado propuestas e iniciativas. Y finalmente ha sido el propio Obispado -según aseguran desde la cofradía- el que ha planteado la solución: Santa Cruz. “Nuestra idea era Santa Catalina, pero el propio Obispado nos ha derivado a Santa Cruz, entendemos que porque tienen otros planes para Santa Catalina”, afirman.

Santa Cruz es, a juicio de la cofradía, la opción más cómoda. Es templo bien conocido por estos cofrades, que llevan trece años procesionando desde allí el Miércoles Santo; es templo que permite con toda comodidad salir desde allí en Semana Santa (al contrario, por ejemplo, de Santa Catalina, que requería una importante obra para, entre otras cuestiones, ampliar la puerta de salida); y es templo muy visitado por propios (los gaditanos, especialmente los viernes con esa visita casi obligada a Medinaceli) y extraños (los turistas, al ser antigua Catedral con una amplia historia a sus espaldas) y con un horario de apertura mucho más amplio que la actual sede canónica.

Visto todo esto, la cita de esta tarde (a las siete en primera convocatoria) se considera “fundamental para el futuro de la cofradía”, que pasa por seguir en extramuros o volver al centro histórico, donde se fundó la hermandad hace 77 años (en la parroquia de San Antonio) y donde residió hasta 2008 (en el Oratorio de San Felipe Neri, desde 1970).

La previsión, la intención y el deseo de los actuales responsables es que la propuesta salga adelante y en cuestión de meses el Cristo de las Aguas, la Virgen de la Luz, San Juan Evangelista y la Virgen de Guadalupe reciban culto en Santa Cruz. Pero si la decisión de los hermanos finalmente es otra, “tendremos que adaptarnos a esa voluntad y seguir trabajando lo mejor posible en la iglesia del Pilar”.

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