Más de 7.000 fragmentos de ánforas para salazón de época romana se han inventariado tras el control arqueológico realizado en la superficie de Janer donde la Junta de Andalucía ejecuta la construcción de la subestación eléctrica que en parte dará servicio al tranvía. Esta vigilancia, obligatoria cuando se producen movimientos de tierra, se ha desarrollado sin incidencia para el normal avance de las labores de maquinaria y operarios, que han continuado sin retrasos.

A pesar de que esta superficie viene recogida en la Carta Arqueológica de la ciudad, poca investigación había de la misma después de muchos años en manos del Ministerio de Defensa. Frente a eso, la información sobre los alrededores era importante. En 2003, recuerda José Juan Díaz, profesor del Departamento de Arquelogía de la Universidad de Cádiz, durante las obras de la Carretera de Camposoto aparecen restos de época púnica y se descubre un alfar, una centro de fabricación de cerámica y un vertedero donde se arrojan las piezas defectuosas. "Esto tuvo continuidad en Janer años más tarde cuando aparecen más de diez hornos, en la zona pegada a la valla, que supone un taller importante, también con sus vertederos", detalla.

Pero en la zona también hay vestigios posteriores, del Gades romano, que tenía en Cádiz su epicentro y con San Fernando como lugar de villas, donde las familias pudientes se trasladaban en verano. "Toda la costa, tanto hacia la bahía como hacia al caño Sancti Petri, estaba jalonada de villas, separadas por un kilómetro más o menos", comenta Díaz, que menciona la villa que apareció en las inmediaciones de la venta Los Tarantos cuando las obras del tranvía, la que se destapó en el cruce de la Carretera de Camposoto y la avenida Constitución o la de la curva de Gallineras. A todo ellos se suma la necrópolis con más de 40 enterramientos que se descubrió en las catas arqueológicas que se realizaron en los suelos de Janer en 2014 y que se relaciona precisamente con las villas.

Restos de ánforas encontrados en Janer.

En ese contexto, no extraña que la obras emprendidas ahora en esta zona de la ciudad para la construcción de una nueva subestación eléctrica –en Janer, cerca del parque de bomberos– hayan arrojado nuevos vestigios de la presencia de civilizaciones antiguas. Según la información facilitada por la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, se han encontrado restos de ánforas de salazón de época romana bajo el control de los arqueólogos Esperanza Mata y Luis Cobos, y la colaboración de José Juan Díaz.

La vigilancia durante los movimientos de tierra ha permitido detectar la presencia en una franja de unos 33 metros de largo y 14 metros de ancho de fragmentos cerámicos de un tamaño similar. Su tipología dressel 7 indica que se trata de trozos –de las paredes, del pivote del fondo, o de bordes de bocas que permiten definir esa tipología– de ánforas para salazón. Frente a la posibilidad de tratarse de una escombrera de una fábrica de ánforas, en la que se arrojaban restos con formas irregulares o tonos verdosos, que suelen indicar fallos en la cocción, la uniformidad y el hecho de que no se situaran acumulados sino extendidos, en una capa homogénea y con un nivel de cal hacen que los expertos trabajen con la hipótesis de que fueron vertidos intencionados para la antropización de la marisma datados en el cambio de era: de la púnica a la romana, entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. El objetivo era crear sobre una zona de fangos una nueva tierra, ganar suelo para una actividad que se desconoce al no haber quedado restos que aporten indicios. Los trabajos para las construcciones militares del siglo pasado acabaron con ellos, e incluso dañaron la plataforma.