Unas 40 personas han comenzado la formación para guías e intérpretes de salinas que forma parte de la propuesta del Ayuntamiento de San Fernando y la Universidad de Cádiz (UCA) para recuperar las salinas y esteros, su cultura, su economía y su medio ambiente y "no darle la espalda al entorno". Los módulos se desarrollarán a lo largo del mes de abril para completarse con casi un 60% de prácticas durante el mes de mayo. 

"La mayoría son mujeres", apunta la concejala de Desarrollo Turístico y Empleo, Regla Moreno. El perfil, de cualquier modo, es variado. Hay personas que trabajan en el ámbito turístico, o una ama de casa con tradición salinera en la familia: su padre trabajó en una explotación de sal. También asisten dos usuarios de la asociación de Familias y Enfermos de Epilepsia de San Fernando (Afede).

El programa de capacitación lo componen dos cursos, el ya iniciado, y otro sobre economía azul para la diversificación de la explotación de las salinas que comenzará en el mes de junio. "Este tipo de iniciativas son importantes porque el crecimiento sostenible de las ciudades pasa por poner en marcha esos recursos que tenemos, nuestro entorno, nuestras marismas, nuestras salinas. Es ineludible contar con ellas. Es un entorno para impulsar la actividad y la generación de empleo, con la innovación, con la economía azul. Es una forma de aportar ese valor social y económico a San Fernando. Nuestro entorno tiene un valor tan especial que no podemos desaprovecharlo, es lo que queremos transmitir a los participantes", defiende la edil de Ciudadanos (Cs).

"Me siento muy feliz de estar ya en contacto con los primeros 40 alumnos de este programa. Tienen un perfil entusiasta", destaca el profesor Alejandro Pérez Hurtado. Para el director de los Servicios Centrales de Investigación en Salinas de la UCA es necesario busca el potencial que tiene la superficie de marismas que rodea a la ciudad, "buscarlo en el siglo XXI". "No es un espacio aislado, de vegetación y barro, sino que conecta con nuestra cultura, sino que tiene elementos para su desarrollo", insiste.

Los dos cursos de este programa formativo vinculado a las salinas y el entorno natural pretenden capacitar a los alumnos para que recuperen esa cultura pero en la actualidad. La parte teórica se desarrolla en el centro de congresos de San Fernando, mientras que la parte práctica será en la salina La Esperanza, sede de los Servicios Centrales de Investigación de Salinas en la UCA, un laboratorio natural y aula abierta donde estarán en contacto con salicultores y distintos formadores. "No le damos la espalda al entorno", deja claro.