Una imagen diferente. El tópico tantas veces empleado para referirse al cartel de la Semana Santa resulta que esta vez es verdad. El Consejo de Hermandades y Cofradías parece haber superado sus miedos para apostar por una imagen que se desprende del corsé de lo políticamente correcto y obligadamente institucional –una premisa que ha marcado necesariamente la edición de la cartelería en las últimas décadas– para decantarse por algo diferente en todos los aspectos a la hora de anunciar la próxima llegada de un nuevo Domingo de Ramos que viene empujando con renovadas fuerzas.

Un simple detalle sirve para cumplir con esta tarea: una fotografía de Fernando Fossati Aragón en blanco y negro y en formato horizontal tomada al filo de la medianoche, cuando los Servitas emprenden el camino de regreso a la Iglesia Mayor Parroquial por el callejón Nicolás Carrillo. El cartel muestra a dos de los hermanos encargados de portar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que abre el cortejo. Solo se ven los pies del cruficado que agarran los penitentes con los muros de la Iglesia Mayor de fondo. Es curioso. Es la segunda vez que este fotógrafo se encarga de ilustrar el cartel 'oficial' y en ambas ocasiones ha sido los Servitas la imagen escogida como tema.

José Juan Díaz, tras la presentación del cartel.

Claro que –advertirán los expertos– no hay nada en el cartel que no se haya hecho antes. Todo, o casi todo, está inventado ya. Pero al Consejo hay que reconocerle y agradecerle que haya dejado atrás un formato agotado, tan correcto siempre como a menudo incapaz de emocionar o de transmitir algo. Quizá haya sido por haber retomado la fórmula del concurso o quizá por haber echado mano de un jurado de expertos para seleccionar el cartel... En todo caso vale la pena haber marcado distancias y haberse replanteado el tema del cartel.

Fue el cofrade de la Oración en el Huerto José Juan Díaz Rodríguez el que anoche se encargó de ponerle palabras a este cartel en el transcurso de la que, con la venia del Miércoles de Ceniza, constituye la primera de las grandes citas cofrades de la temporada. Y lo hizo sin escatimar en adjetivos –de hecho regaló un largo listado ordenado alfabéticamente– y ahondando precisamente en la enorme capacidad evocadora que tiene la imagen que ilustra el cartel, en su enfoque tan diferente y en esos grises cuya escala reivindicó para una vida que tiende cada vez más a los extremos, "donde todo es negro o blanco, donde la virtud no encuentra su sitio en el término medio".

Juan Carlos Muñoz recibe las pastas para el Pregón de la Semana Santa.

"Si algo tiene este cartel es precisamente eso.Te anima a saber más, a detenerte, a pensar, a divagar", reflexionó José Juan Díaz. "Es una fotografía fija pero el que se pare a contemplarla, rápidamente experimenta una sensación de curiosidad, de querer saber cuál es el Cristo que queda más allá de la imagen, qué edificio es el que tiene ese zócalo de piedra ostionera, quién es el que se esconde detrás de ese antifaz de gato... En definitiva, estamos ante un cartel que te anima a que vengas a SanFernando para descubrir su Semana Santa".

El pregonero, Juan Carlos Muñoz, recibió también las pastas para su pregón

A la función de ese cartel se refirió también anoche el presentador ante un auditorio que llenó el centro de congresos para reivindicar que "no se guardara en un cajón" y que se empezara a difundir desde hoy mismo ya que tan convencidos estamos del potencial de la Semana Santa isleña.

El acto de anoche, como acostumbra el Consejo, sirvió también para dar la palabra por primera vez al pregonero de la Semana Santa, Juan Carlos Muñoz Rivero, al que se le hizo también entrega de las pastas-portafolios para su pregón, un simbólico gesto que marca el comienzo de la cuenta atrás para el próximo Domingo de Pasión. A ese tiempo de vísperas que tanto gusta a los cofrades se refirió el pregonero para invitar a toda La Isla cofrade a que la disfrutara al máximo y la viviera con intensidad. "El pregón que escucharéis será el pregón de un simple cofrade que vive la Semana Santa los 365 días del año, un pregón sincero y salido de corazón, para los cofrades y no cofrades, con mucho sentimiento", anticipó el pregonero, que confesó que la redacción del anuncio de la Semana Santa le ha hecho llorar en más de una ocasión.