El PP tilda al tranvía de "chapuza" y el PSOE echa mano de las 10.000 firmas

El incierto futuro del proyecto, al no tener autorización de Adif para circular por la vía férrea, reabre viejas heridas y aviva una polémica conocida que La Isla creía dormida

Vías del tranvía en la calle Real.
Vías del tranvía en la calle Real.
Arturo Rivera San Fernando

29 de junio 2013 - 01:00

El tranvía se coló en el pleno por triplicado y con la misma carga de tensión de la época de las 10.000 firmas contra el trazado por la calle Real. Tres mociones -de PP, Ciudadanos e IU- pusieron de manifiesto la inquietud de una y otra formación ante la marcha del proyecto y dejaron al descubierto viejas heridas que no han conseguido cicatrizar en la ciudad, entre otras cosas, porque ni las obras han terminado ni el tranvía se ha puesto en funcionamiento.

La ausencia de un acuerdo con Adif para permitir la utilización de la vía férrea -que la propia consejera de Fomento, Elena Cortés, advirtió recientemente en el Parlamento andaluz- ha sido el detonante que ha hecho renacer esta antigua polémica y que ha removido el descontento ciudadano hacia el proyecto.

De esa creciente desilusión se hizo eco el debate plenario que también, por otro lado, insistió en la responsabilidad de las administraciones -incluido el Ayuntamiento- de dejar a un lado el enfrentamiento político y el tranvía como arma arrojadiza para garantizar la exitosa terminación de las obras y la viabilidad de un nuevo sistema de transporte metropolitano cuya inversión supera los 200 millones de euros.

Ayer, en el pleno, se habló de las múltiples losas rotas, del estado del pavimento y de las actuaciones complementarias que han caído en saco roto, como la obviada construcción de los aparcamientos disuasorios y del enlace con la autovía por el Janer. Pero también se criticó al Gobierno local por hacer la vista gorda con la circulación de vehículos por una vía peatonal y se le recordó insistentemente que debe más de cinco millones de euros a la Junta de Andalucía por la renovación de toda la red de saneamiento y alcantarillado de la calle Real que se ha ejecutado a la par que el trazado del tranvía.

Y se aireó el reciente acuerdo que ambas administraciones -Junta y Ayuntamiento- han alcanzado para impulsar la subestación eléctrica del Janer y que permitirá que La Isla ponga sólo dos de los seis millones de euros que costarán estas instalaciones con las que la ciudad solventará su carencia energética.

Eso sí, el alcalde, José Loaiza, advirtió también del grave problema de suministro eléctrico que el tranvía tiene que sortear para su puesta en funcionamiento y que se solucionará -eso dijo- gracias a la iniciativa municipal del Janer. Tan seguro se mostró el alcalde que incluso amagó con romper el acuerdo de la subestación eléctrica de Janer y asumir solo su ejecución: "A ver si iba entonces a funcionar el tranvía", dijo.

"No se puede decir que no colaboramos, que no hay lealtad institucional con el proyecto", afirmó el regidor, que no quiso dejar ninguna duda al respecto. El PP -recordó- nunca ha estado de acuerdo con el proyecto del tranvía ni lo estará, pero colabora con la Junta desde su responsabilidad como Ayuntamiento para terminar las obras y poner el punto final a los padecimientos ciudadanos. Sobre Adif dijo también Loaiza que no se opone al paso del tranvía, sólo que supedita la autorización a la utilización de la vía férrea a que se cumplan determinadas condiciones.

Aún así, el alcalde dio la razón al portavoz de Ciudadanos por La Isla y antiguo líder del movimiento anti-tranvía, Javier Cano, al recriminar que el proyecto se hubiese llevado a cabo "sin ningún estudio previo". Éste estuvo ayer en su salsa, incluso recordó con orgullo haber sido uno de los promotores de la recogida de firmas contra el tranvía, allá por 2006, que luego -y esto lo dijo el PSOE- "el PP tiró a la basura al llegar al Gobierno local".

Cano reclamó claridad en torno al futuro del proyecto, mostró claramente su escepticismo ante su puesta en funcionamiento e, incluso, advirtió que este nuevo debate, cinco años después de que empezaran las obras en la calle Real, no hace sino poner de manifiesto que el proyecto no es viable. "Le ven las orejas al lobo", le dijo al edil de IU, Pedro Reyes, formación que ahora está al frente de la Consejería de Fomento.

Menos moderado estuvo el delegado de Desarrollo de la Ciudad, Ángel Martínez, que habló sin titubeos una y otra vez de la "chapuza" de las obras e, incluso, llegó a decir que era inadmisible que el Ayuntamiento recepcionara la calle Real en las condiciones en las que se encuentra.

La portavoz del PSOE, Patricia Cavada, recordó al PP que gestionan Urbanismo desde 2007 -y, por tanto, han tenido mucho que ver con el tranvía y las obras llevadas a cabo- y el PA, que se llevó también su ración de críticas por impulsar el proyecto, insistió en defender la actuación. Eso sí, su portavoz, Francisco J. Romero, abogó tanto por la correcta terminación de las obras y la ejecución de todas las obras complementarias comprometidas como por el diálogo y la necesidad de un consenso que esté por encima de los enfrentamientos políticos para terminar de una vez las controvertidas obras y facilitar la puesta en funcionamiento del tren-tranvía.

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