"No hay impulso moral más importante para un diplomático que trabajar por la libertad y ésta es una ocasión ideal para hacerlo". Con esta contundente y hermosa sentencia rubricaba el diplomático isleño -y hasta ahora el único- Rafael Chaves sus palabras, las primeras que pronunciaba a un medio de comunicación escrito tras su designación como enlace diplomático para el Consorcio del Bicentenario. Porque en él convergen dos poderosos motivos: el personal de haber nacido en San Fernando y el profesional de ejercer con pasión su carrera, la diplomática. Lo hace en la Secretaría de Estado para Iberoamérica. Como anillo al dedo.

-¿Qué supone para usted estar en esta posición?

-Para mí supone un orgullo inmenso y una alegría. Yo voy a tener una carrera diplomática, voy a prestar servicio durante 38 años. Y en esos 38 años yo calculo que sería prácticamente imposible que se diesen tantas efemérides relacionadas con mi tierra.

-La verdad es que ha tenido suerte en este sentido...

-Ha sido una serie de circunstancias. Yo estaba destinado en la Dirección General de Política Exterior para Iberoamérica y al poco se creó la Secretaría de Estado para Iberoamérica, que aglutinó todas las competencias que tiene esa dirección general. A raíz de eso surgió la petición del Consorcio de hacer este enlace.

-Pero, ¿de quién parte la idea de que sea usted?

-Pues la idea partió de mí, vi que lo habían solicitado y pensé que era algo ideal para mi persona y aparte muy compatible con el cargo que estoy desempeñando. Fue un cúmulo de casualidades, porque si esto llega a surgir un año antes no habría podido.

-¿Qué actividades desempeñará en este cargo?

-Es una asistencia de carácter técnico. El Consorcio tiene una agenda internacional importante a la cual contribuyen los ayuntamientos. Esta agenda internacional habilita que el Ministerio de Exteriores tenga a alguien asistiendo en todo lo que sea necesario por este proyecto. Está también la Secretaría de Estado para Iberoamérica en la que trabajo y de hecho es con las repúblicas iberoamericanas con las que más vinculación se tiene por razones obvias. Y desde mi cargo estoy a la disposición de todo este proyecto, en el que tengo un interés profesional y personal.

-Y su día a día como enlace del Consorcio, ¿en qué consiste?

-Redactar un convenio, apoyar una iniciativa con el respaldo del Ministerio de Exteriores, ayudar en todos los actos que tengan que ver con temas de agenda internacional para encauzar que se tramiten de la manera adecuada desde Exteriores y la Secretaría de Estado, contribuir a decir qué actuación puede ser correcta, qué momento puede ser el adecuado para realizar una actividad concreta. Éstas, entre muchas otras. Yo estoy, en definitiva, para echar una mano y vengo con ilusión y con ganas de trabajar. Esto me gustaría que lo resaltara.

-Por eso eligió la carrera diplomática, toda una desconocida

-Es cierto que es la gran desconocida de la Administración Pública. Es un circuito muy característico al que acuden personas con un perfil muy específico, licenciados, con muy buenos idiomas y que tienen un interés claro por temas internacionales. El hecho realmente importante es que se trata de una carrera muy pequeña, un cuerpo de setecientos y pico. Por desgracia en zonas de provincia no ha concitado los intereses que ha tenido en otras regiones. Yo he tenido la suerte de interesarme por estos temas y de tener las dos anclas. Por un lado, el ancla sentimental, el orgullo propio de ser un isleño, y por otro, tener intereses por los temas internacionales bastante marcados.

-¿Qué significa para usted ser el primer diplomático isleño?

-A mí me hace ilusión, pero más que ilusión es la responsabilidad de intentar abrir camino por si hay alguien que quiera seguirlo, considero que hay gente que puede aportar muchísimo a la carrera diplomática y si desde mi humilde posición yo puedo contribuir a que eso sea una realidad normal pues bienvenido sea.

-Y desde esta humilde posición, ¿cree que San Fernando está en el camino correcto?

-Yo creo que La Isla de León, la ciudad de San Fernando, y digo ciudad con todas las letras, está a la altura de cualquier reto de carácter internacional que se le proponga. Es una contribuyente de gran calidad al proyecto que lleva el Consorcio y el equipo de gobierno tiene una implicación de gran calado dentro del proyecto.