El cierre de la Escuela San José, que se consumará al término del curso escolar, afecta también a las enseñanzas de música y danza que por las tardes se impartían en en estas céntricas instalaciones arrendadas al Obispado desde hace más de una década, si bien éstas están paralizadas desde el comienzo de la pandemia.

La denominada Escuela de Música San José nació en 2008 con la idea de convertirse en un espacio alternativo al Conservatorio y a la Escuela Municipal de Danza y lo cierto es que en poco tiempo consiguió consolidarse. Llegó a contar con más de 300 alumnos de todas las edades –no solo menores sino también un buen número de adultos, que con esta iniciativa vieron la ocasión idónea para aprender a tocar un instrumento– hasta que interrumpió obligadamente su actividad a causa del Covid-19.

Ahora, tras más de una década de funcionamiento, el polémico cierre de este instituto conciertado ha obligado a buscar un nuevo espacio, pero las enseñanzas que se daban en este centro volverán a partir del próximo curso académico. O eso es al menos lo que se tiene previsto por el momento.

Y lo harán en las dependencias del colegio de Infantil y Primaria Miramar, que se ubica en plena calle Real. Así, de hecho, lo ha anunciado la dirección del propio centro, que ha explicado que ya se está procediendo a ampliar sus instalaciones para dar cabida a estas enseñanzas, especialmente para el caso de las clases de danza.

Las matriculaciones de cara al nuevo curso se llevarán a cabo a partir del 1 de septiembre en la propia secretaría del colegio, que asumirá así esta escuela de música que durante una década se ha ubicado en SanJosé. Musimar será el nuevo nombre que adoptará la escuela en esta nueva etapa que aspira a comenzar tras el verano.