A priori parece complicado que la fórmula funcione: alumnos de Secundaria o Bachillerato en un encuentro con científicos en un ambiente científico, serio, que puede imponer, como el Real Observatorio de Marina. Sin embargo, en cuanto la impresión inicial pasó y los estudiantes se relajaron el Café con Ciencia resultó una experiencia única y fantástica.

Cuatro expertos desayunaron con cuatro grupos de diez alumnos de varios centros educativos, el Isla de León, el Cecilio Pujazón, Carmelitas y Compañía de María. La iniciativa forma parte del programa de la Semana de la Ciencia nacional en el que participa el Observatorio. Muy novedosa, la intención era conseguir un diálogo fluido entre el científico y los jóvenes en diversas materias en las que se trabaja desde esta institución: Astronomía, Efemérides Astronómica, Hora y Sismología. "Se ha desarrollado con normalidad, con brillantez, y la prueba es que todos se han ido muy contentos", explica el director del Observatorio, Fernando Belizón. De hecho, los encuentros se prolongaron más tiempo de lo previsto y tuvieron que pararse sin responder a todas las preguntas preparadas.

Un civil y tres militares, todos licenciados universitarios, dos de ellos además doctores, fueron los encargados de atender a estos alumnos durante el desayuno de trabajo, como Belizón definió la cita de ayer. José Luis Muiños Haro, jefe de la sección de Astronomía, habló a uno de los grupos de astronomía. El capitán de navío Juan Palacio Rodríguez, jefe de la sección de Hora, departió con los alumnos sobre tiempo y frecuencia. El capitán de navío Teodoro López Moratalla, jefe de la sección de Efemérides, se refirió a las efemérides astronómicas y la navegación astronómica. Por último, el capitán de fragata Antonio Pazos García, jefe del departamento de Sismología, dialogó sobre este área con los estudiantes.

Desde el instituto Isla de León, se mostraron satisfechos por la experiencia. El profesor que acompañaba a los estudiantes, Antonio Carmona, defendió el acto como una "iniciativa extraordinaria", de la que los alumnos habían disfrutado y en la que habían aprendido. "De lo que se ha hablado nos sirve para trabajar en clase", apuntó. Los participantes eran diez voluntarios de una clase de Física de segundo de Bachillerato. Con ellos había realizado un trabajo previo sobre la historia, el trabajo y la actualidad del Observatorio. "Les pasé además una documentación para que la leyeran", cuenta. Aunque al principio los jóvenes estaban rígidos por la situación poco habitual en la que estaban -con un científico, en su caso, Teodoro López Moratalla, en un ambiente serio-, una vez se relajaron la charla fue amena, preguntaron las dudas que les surgían sobre el trabajo de la sección de Efemérides y cuestiones actuales. Incluso, ya han previsto una visita para dentro de dos semanas.

Ahora tendrán que hacer un trabajo que será enviado a la Fundación andaluza Desqubre para que la clase pueda hacer una visita aun centro de investigación.