Un mes después de que se detectara el brote de Covid-19 al dar la cara una docena de positivos durante una tanda de test de antígenos, la residencia Vitalia de San Fernando empieza a respirar y a ver la luz al final del túnel tras las semanas más complicadas que ha vivido el centro desde su apertura.  

Los datos facilitados hoy desde la propia empresa que gestiona el centro de mayores inciden en esta mejor situación con 17 residentes positivos por coronavirus que están siendo atendidos en la propia residencia y otros 6 que permanecen ingresados en el hospital (la mayoría en San Carlos). Son, en total, 23 usuarios los que todavía siguen contagiados. Frente a ellos hay ya 66 recuperados. Es decir, que han dado negativo al realizarse la PCR y han conseguido vencer al temible virus. 

A ellos se suman 16 trabajadores de la plantilla que siguen de baja por el Covid y aislados en sus respectivos domicilios y otros 10 que ya se han recuperado. 

Según las estadísticas oficiales que la Consejería de Salud y Familias dio a conocer el pasado viernes, el brote de Vitalia en San Fernando se ha cobrado la vida de 15 residentes, una trágica cifra que pone de manifiesto el alcance de este brote.  

La medicalización de esta residencia de mayores, donde se ha localizado el foco más preocupante de Covid que hasta el momento se ha dado en La Isla, ha sido clave para empezar a reconducir la situación. El equipo de internistas del Hospital de San Carlos -como ya ocurriera durante la primera ola con la residencia de Cruz Roja- ha jugado un papel fundamental en las últimas semanas para poder poner bajo control el brote, que ahora empieza al fin a remitir.

Uno de los especialistas en medicina interna del centro isleño ha estado a jornada completa en la residencia durante las últimas semanas, según han explicado fuentes del propio hospital a este periódico, que han subrayado la especial atención que ha requerido el brote de Vitalia dada su gravedad. 

Este foco de contagio, cabe recordar, ha superado de largo el centenar de casos entre los residentes y ha afectado también sensiblemente a la plantilla. La situación vivida en estas semanas ha desatado también en las últimas semanas protestas sindicales, cuyos representantes han cuestionado la gestión de la crisis en el centro. 

La residencia fue objeto también de una exhaustiva intervención por parte de la Infantería de Marina, que llevó a cabo trabajos de desinfección del centro para evitar la propagación del virus.