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San Fernando

Claudia La Debla, Carlos Carbonell y Paula Moreno, juventud y experiencia en una noche flamenca en San Fernando

Paula Moreno, con bata de cola y un mantón, durante un ensayo en el centro La Merced de Cádiz.

Paula Moreno, con bata de cola y un mantón, durante un ensayo en el centro La Merced de Cádiz. / Germán Mesa

Claudia La Debla, Carlos Carbonell y Paula Moreno se subirán esta noche al escenario del parque Almirante Laulhé en la última Noche de Baile que este verano tiene en su programación La Isla Ciudad Flamenca. Este diverso cuadro flamenco la completan los cantaores Emilio Florido y Miguel Rosendo, el guitarrista Juan Manuel Fernández y Álvaro Lamela a la percusión.

Para esta cita cada bailaor ha planteado ofrecer bailes con los que se sienten cómodos, con los que puedan ofrecer un poquito de ellos. "Llevar mi tierra a Cádiz, a San Fernando", dice la jovencísima (17 años) Claudia La Debla. La granadina comenzó con 3 años en una academia "como actividad extraescolar", pero con 6 años empecé a bailar en las cuevas del Sacromonte y de su tablao no se ha bajado desde entonces, tiempo en el que ha evolucionado, en el que su baile ha cambiado, madurado.

La bailaora granadina Claudia la Debla. La bailaora granadina Claudia la Debla.

La bailaora granadina Claudia la Debla.

"Piensas a dónde vas, con qué disfrutar y lo que te apetece en el momento", comenta sobre el proceso que sigue para elegir repertorio para estos eventos a los que presenta una mezcla del trabajo montado, pero también se vale de la improvisación. "En el flamenco es muy bonita, y yo me siento muy cómoda improvisando, pero siempre con algo mirado con los artistas", detalla. En estas velada se ha decantado por soleás por bulerías y por seguiriyas.

Alegrías es el palo que bailará la isleña Paula Moreno, que en los días anteriores ha trabajado intensamente en el centro de La Merced de Cádiz para estar lista. "Con ellas últimamente me encuentro super a gusto porque la bata de cola es uno de los elementos que más me gusta para bailar y además voy a usar también mantón. Así me siento armada para el baile", desvela. Bulerías o seguiriyas es la otra opción que todavía baraja.

El gaditano Carlos Carbonell se plantea tirar por soleás y tarantos, "me apetece", sostiene para mostrar que las sensaciones del artista son importantes para tomar estas decisiones, "además un buen cante tira para arriba", añade sobre Emilio Florido y Miguel Rosendo. Las pruebas de sonido de le servirán para perfilar su propuesta con el resto de los participantes en esta noche flamenca.

Moreno la afronta con la gran "ilusión de bailar en mi tierra", agradecida por que los organizadores hayan contado con ella en esta edición. El año pasado por otros compromisos tuvo que descartar acudir al festival cuando Javier Fernández, Chico, la llamó pero "me querían contar conmigo" y esta vez ha sido posible incluirla en el cartel. Su actuación la afronta con mucho "respecto", "que nunca se puede perder al escenario y sobre todo al público". Mantendrá además "ese nervio en el estómago cuando te subes al escenario, que siempre es como la primera vez".

Carlos Carbonell, mientras baila. Carlos Carbonell, mientras baila.

Carlos Carbonell, mientras baila.

La responsabilidad está presenta cuando Carbonell se sube a un escenario, "y más en tu tierra". "Llevo toda una vida fuera, y actuar aquí conlleva esa responsabilidad. Más cuando esta es la tierra del flamenco. Porque estás ante tu gente y en general porque todo el mundo cuando trabaja quiere quedar lo mejor posible ante el público", explica. Incluso reconoce que bailar en su tierra, como en el Festival de Jerez, le pone "nervioso", que es bueno, "porque además aquí se sabe de flamenco, de arte".

También menciona la palabra responsabilidad Claudia La Debla cuando expone cómo es subirse a un escenario. "Cada momento es diferente, te encuentras de una manera distinta, también con los artistas. Pero yo siempre que bailo ante mucha gente me digo que confío en mí, que estoy para disfrutar, porque me gusta lo que hago y voy a dar un cachito de mí a esas personas", cuenta sobre este ejercicio de confianza que le sirve para dar lo mejor de sí.

Cada bailaor aportará su talento esta noche a partir de las 22.00 horas en el escenario del Parque Almirante Laulhé. Cada uno desde una propuesta que nace de su formación y su experiencia. "Vengo de una familia de cantaores y guitarristas", apunta Carlos Carbonell. Su padre, "de la familia del Perro de Paterna” era cantaor. "Mis tíos eran guitarristas. Son primos del Ruiseñor, cantaor conocido de saetas". Él, sin embargo, no sabe explicar por qué se decidió por el baile, "son cosas que nacen y nacen". "Mi madre pensaba que se me quitaría. No fue así. Pero siempre me han apoyado", aclara.

Empezó con la escuela de Charo Cruz en Cádiz, y después entró en la compañía de Manuela Carrasco con 16 años. Después llegaron otras, como la de Sara Baras o Eva la Yerbabuena. “En una compañía vives una gran formación, y es más fácil de trabajar porque hay un director, un coreógrafo, directores escénicos. Pero tú quieres después montar tus propios proyectos”, asume. "Como 8 Código o Acompasa2, que presenté en el Festival de Jerez", pone de ejemplo.

"Un recital flamenco es cante, guitarra y baile, pero ya se trabaja con espectáculos con dramaturgia, obras teatrales flamencas, y eso requiere un director, un dramaturgo, una escenografía, un diseño de luces, un vestuario hecho para esa propuesta", describe. El objetivo no es fácil al tener que ofrecer una dedicación plena o un colchón económico para ello. "Pero ahí está la ilusión, y que los festivales te dan ayudas para las producciones", apostilla. Cada historia que ha tenido entre manos, insiste, la desarrolla con esa ilusión porque "lo que más amo en esta vida es bailar y poder expresar con la danza los sentimientos que me corren por el cuerpo".

"Algo viene en las raíces", considera Paula Moreno, sobre el origen de su interés por el baile y el apoyo de su familia. El padre de su abuelo era guitarrista en La Isla, Antonio El Teja. Esa parte de la familia también. "Mi tío Juanillo le cantaba a Concha Baras cuando ella tenía la academia", rescata. Ella comenzó a los 3 años con Virginia y Verónica Vélez y con 15 años entró en el Conservatorio de Cádiz. "También he hecho cursos con muchos maestros. Ahora mismo estoy estudiando con Zaida Pérez Trinidad", concreta.

Claudia La Debla tiene una familia aficionada al flamenco, a Camarón. En su casa se escuchaba mucho, "lo he tenido a mano". "Saber lo que es el flamenco, escucharlo, suma, pero también está lo que cada uno quiere para poder amar y dedicarle al flamenco".

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