Cartas, faxes, llamadas telefónicas oficiales, reuniones, encuentros, enfrentamientos políticos a través de los medios y también en la esfera privada, conversaciones amables, pasos en falso, iniciativas que suenan a amenaza, actuaciones proteccionistas. De todo. Faltan líneas para explicar el número de interacciones, infructuosas o exitosas, que existen desde hace años entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento. O viceversa.

La servidumbre de la localidad en lo que respecta a terrenos militares -y especialmente hiriente resulta el desbloqueo de los polvorines de Fadricas- ha condenado a estas dos administraciones a un entendimiento casi matrimonial. Pero las relaciones nunca han sido fáciles y una y otra han pecado demasiadas veces de perderse en sus enfrentamientos en vez de llegar a un acuerdo. Desde el PSOE local siempre se ha criticado que el Consistorio no mantiene -ni ha mantenido- buenas relaciones con el Ministerio. Desde el Ayuntamiento, por su parte, creen que lo han intentado todo. Están desesperados, pero aún así, afirman, continúan respondiendo a los reveses con insistencia y perseverancia.

El último de estos reveses consistió en una reunión entre el portavoz de la oposición, Fernando López Gil, no por casualidad socialista y la cúpula técnica de Defensa, encabezada por el director general de Infraestructuras, Jaime Denis. El alcalde isleño, que consideró este encuentro un desaire hacia la institución que representa y hacia la ciudad, respondió con datos. "No nos pueden decir que no intentamos ponernos en contacto con ellos, no nos pueden decir eso", insistía.

Porque, sólo entre los meses de enero y abril, desde el Gobierno local han salido medio centenar de llamadas, en su mayoría al Ministerio, pero también a la Delegación Provincial de la Consejería de Vivienda. Pero las cifras aumentan también meses atrás. Entre mayo de 2005 y diciembre de 2008 se han producido otras 80 llamadas más. En total, 130.

Y entre las cartas, otro reguero, aunque las más destacadas se encuentran en los últimos meses. Por ejemplo a la gerencia de Infraestrucuturas de Defensa, en la que se pide un encuentro urgente para tratar polvorines, pero también otros asuntos de urgencia como el Tiro Janer o Capitanía. En abril de 2008, otra carta para la nueva responsable de esta cartera, Carme Chacón, en la que se expone la situación actual.

A día de hoy, y a pesar de todos estos intentos, el silencio sigue siendo su respuesta. Pero esta callada tiene una justificación. La reserva de suelo que el Ayuntamiento isleño ha aplicado a los terrenos de Fadricas, una medida que, a juicio del edil andalucista, sólo pretende proteger los terrenos de la explotación ajena. Desde el Gobierno central, sin embargo, lo consideran un pulso y una amenaza. Mientras tanto, todo sigue igual.