La imagen de la Divina Pastora no ha salido este 15 de agosto a la calle pero no ha estado sola. Ni mucho menos. Los suyos han ido a su encuentro desde bien temprano para arroparla y compartir con ella la festividad de la Asunción de la Virgen, el día más importante del año según el calendario pastoreño.
A la función religiosa que se ha celebrado por la mañana en la parroquia –mucho más emotiva que la de cualquier otro año al tratarse de una jornada huérfana de procesión de alabanzas– han seguido los actos que la hermandad ha celebrado por la tarde, a la hora en la que si no hubiese sido por el Covid de nuevo la Copatrona de La Isla hubiese vuelto a echarse a la calle con sus alegres maneras, sus marchas, su cuadrilla de costaleros...
A las 19.30 horas, hermanos y fieles se han congregado en torno a la Divina Pastora para rezar el rosario. Posteriormente, de un modo simbólico, se han encendido velas a los pies del azulejo de la Virgen que se encuentra en la fachada del templo. El gesto –informó la hermandad– formaba parte de la campaña Que tu plegaria ilumine a la Pastora impulsada por el grupo joven de la hermandad.
Tras la misa de ocho ha dado comienzo en el interior de la iglesia el acto llamado Meditaciones de un 15 de agosto en el que intervienen los hermanos Antonio Reseco, Pablo Blázquez, Ana Fernández, Alvaro Calderon, Manoli de los Santos, Cristina López y Juan José Romero, así como el coro de la hermandad. Entre todos evocan el recorrido habitual de la Copatrona en la tarde de un 15 de agosto que tendrá que esperar para volver a repetirse.
Eso sí, la jornada, como siempre, ha conseguido reunir a la familia pastoreña en torno a la Virgen, que en definitiva es lo que importa. Ha sido un 15 de agosto distinto pero también un 15 de agosto que la hermandad, que hasta ahora no se había visto nunca en la tesitura de suspender su salida, recordará por mucho tiempo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios