Hace una semana ya lo avisaron. No  van a relajarse y van a seguir "haciendo ruido" hasta que se inicien los trabajos de reforma del  sistema eléctrico del centro educativo. Y así ocurrió el pasado viernes. Poco antes de que los alumnos abandonasen el colegio Río San Pedro, los padres y madres, respondieron a la llamada de la AMPA y acudieron a los alrededores del colegio con cacerolas y cucharas para hacerse oír.

Después le acompañaron los propios estudiantes que habían elaborado carteles para recordar que la deficiente instalación de electricidad, con 35 años de antigüedad, no les permite ni tan siquiera enchufar un calefactor para mitigar las bajas temperaturas del invierno. Han estado, durante la ola de frío que dejó filomena, a 9 grados con ventanas abiertas, recordaban. 

La protesta se realizó una semana después de que el delegado de Educación anunciase en una visita al municipio que las obras en el centro arrancarían antes de la Semana Santa. O lo que es lo mismo, en un mes. Pero la AMPA desconfía y recuerda que han sido muchas las promesas que han recibido, las fechas que se han marcado y que ninguna se ha cumplido. Por eso, la protesta de este viernes ha sido la primera de todas las que han preparado y que van a seguir celebrando cada viernes, hasta que empiecen los trabajos.