COMO se podía esperar, el robo de la caja municipal ha entrado en la campaña electoral. Es un asunto que nadie que se presente a las futuras elecciones puede dejar dormitar. Y es legítima su utilización. Porque al contrario de la torticera utilización que hace el Partido Popular con el asunto del terrorismo cada vez que hay elecciones, el robo de la caja no es una cuestión de estado. Tampoco es un asunto que haga temblar los cimientos de la democracia. Nada de esto, el robo es un fallo en los mecanismos de control del dinero público de nuestro ayuntamiento. Y le ha sucedido al gobierno actual, le ha tocado y por lo tanto es al que le toca dar las explicaciones necesarias. Y le corresponde a la oposición pedir las explicaciones y las responsabilidades. O a una parte de la oposición, porque no se puede entender la gestión que hace el Partido Popular de este turbio asunto. Cuando se cumplen dos años de la pesadilla más grande que pueda tener un gobierno municipal, los ciudadanos seguimos esperando la aclaración de lo sucedido. Y estamos esperando que alguien asuma la responsabilidad de este mayúsculo escándalo. Porque estamos hablando de una suma de dinero importante. Dinero de los impuestos de los ciudadanos y exigimos una explicación. Porque queremos saber qué ha pasado, cómo ha pasado, cómo ha podido pasar, quién o quiénes eran los responsables de custodiar nuestro dinero y queremos saber que se ha hecho para que esto no vuelva a suceder. Además en estos momentos es necesaria la total transparencia del dinero público. Con todo lo que está cayendo sobre la política, es necesaria la total transparencia de lo sucedido. No sabemos nada de la comisión de investigación aprobada en pleno. Si se está haciendo, si se va a hacer o no. Porque los asuntos aprobados en pleno parece que en este gobierno no tienen validez. También es mala suerte que se cumplan dos años en campaña electoral, pero es lo que toca y es una cuestión que no puede quedar en el olvido. Eso sí, guardándose las formas y el respeto entre todos. Pero con toda la gravedad del asunto, esto no puede ser el punto de partida de la campaña electoral. Unas elecciones que creo que son de total importancia para el futuro de la ciudad. El robo o la pérdida de dinero debe significar la necesidad de dar un giro total a la política local. Un giro que traiga nuevas formas de gobernar, nuevas formas de gestionar y por supuesto no pueden faltar nuevas formas de hacer política. El robo ha sido la culminación de una mala legislatura, una legislatura tormentosa, que nunca debió ser como fue, que nunca se debió romper como se rompió. Todo esto, por culpa de un mal pacto que formo un mal gobierno y que nunca fue aceptado por los ciudadanos. Y ésta es una situación que no se puede volver a repetir. Hay que alcanzar una mayoría absoluta. El partido que gane, evidentemente cada uno puede y tendrá su preferencia, lo debe hacer con una mayoría absoluta. Sin ésta jamás se podrá hacer el cambio que necesita esta ciudad. Hay ciudadanos que recelan del rodillo, pero siempre se demuestra que es mejor que una minoría condicionada y maniatada. Por eso es necesario que se haga una campaña limpia, pidiendo responsabilidades de lo sucedido, pero también exponiendo cada uno lo que pretenden hacer en nuestra ciudad. Y cada uno que acepte su cuota de responsabilidad.