20 de diciembre de 2022, almuerzo del Café del Correo. Suena el teléfono, Luis García Montero: “¿Cádiz podría organizar en marzo el Congreso de la Lengua?”. Llamadas a David de la Cruz, Bruno García y Javi Aguilera para que hablasen con el alto mando respectivo para ver si Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación estaban dispuestos a dar un paso al frente. La reacción positiva e inmediata, respuesta a Luis: “Por supuesto, contad con la ciudad”. Tres meses después tuvo lugar el Congreso que pedíamos desde hace dos años, cuatro maravillosos días donde Cádiz se convirtió en la capital para 600 millones de hispanohablantes, los vecinos recibieron a escritores, lingüistas , académicos y gestores del Instituto Cervantes con las palabras de la jerga local colgadas de los balcones por iniciativa de Amparo Ortega, propuesta por la Asociación de la Prensa y patrocinada por la Zona Franca. Tras el innegable éxito del Congreso solo alguna de esas palabras se mantienen a la vista. Nada ha servido , fruto de la inoperancia o la incompetencia de quienes nos gobiernan. Ni en los colegios e institutos, ni en la Universidad, ni en el quehacer cotidiano del Ayuntamiento o el resto de instituciones. Nada se ha hecho, abulia absoluta, olvido total. Igual es que a nuestros gobernantes no les gusta leer o escribir, no saben ni siquiera ver el impacto que tiene para la promoción de una pequeña ciudad de 110 mil habitantes ser referente para quienes utilizan el español como su lengua, el segundo idioma nativo del mundo, una oportunidad increíble que hemos perdido, quizás para siempre. Había miles de ideas: convertir Cádiz en sede permanente para los encuentros de los directores del Cervantes o para la reunión anual de la Asociación de Academias de la Lengua, celebrar en Cádiz el Hay Festival, que este año se ha hecho en Sevilla, promover que todas aquellas instituciones que con entusiasmo se unieron al Congreso siguieran con periodicidad sus iniciativas: Cádiz CF, Confederación de Empresarios, Congreso de los Diputados, Colegio de Médicos, Asociación de la Prensa, Zona Franca, Autoridad Portuaria, Diputación, Junta de Andalucía, todos los que se volcaron en organizar actividades podrían hacerlas cada año si contaran con el apoyo municipal. Crear una red de ciudades que han sido Congresos de la Lengua, organizar la presencia de Cádiz en Arequipa para el Xº Congreso, otorgar un premio a la defensa del español dentro de los renacidos premios Cortes de Cádiz, que el edificio del antiguo Instituto Rosario sea un centro de encuentro para la lectura y la escritura, una república de las letras. Faltan ganas de hacer , sobra la desidia .