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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Otros negacionismos climáticos

El discurso de Zapatero puede aplicarse a Sánchez: “Ahí estamos nosotros, fanfarrones, sin mirar los termómetros”

Negacionismo del cambio climático, no con palabras sino con hechos, podría ser convocar elecciones generales un 23 de julio. Y no es que no se estuviera avisado, más bien todo lo contrario, de la deriva que este mes ha tomado en los últimos años. Julio de 2022 fue el mes más cálido de la historia desde que hay registros: “La ola de calor que tuvo lugar entre los días 9 y 26 de julio [de 2022] se convirtió en la más intensa con diferencia, con una anomalía de 4,8ºC, y empató con la más extensa (40 provincias). De igual forma, con dieciocho días de duración, fue la segunda más larga en España, superada solo por la que transcurrió del 27 de junio al 22 de julio de 2015”. Y julio de 2023 viene apretando aún más en el mundo y en España: la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) comunicó que el lunes 3 de julio de 2023 se había registrado la temperatura media más alta en la historia del planeta Tierra desde que hay registros. Y se tenía también el aviso de la NASA de que “la anomalía en las temperaturas globales de la superficie está en niveles récord o cerca de ellos, y es casi seguro que 2023 será el año más caliente del que haya registros”.

Si convocar elecciones a finales de julio en estas condiciones no es una forma de negacionismo climático que vengan la NOAA y la NASA y lo vean. Y si además de hacerlo ignorando estos calores sin precedentes y en plena segunda gran quincena vacacional se suma que en el País Vasco, Navarra, Castilla y León y Galicia se estará en pleno puente de Santiago, todo invita a que los conspiranoicos urdan teorías en las que en vez de un negacionismo que ignora el clima, las vacaciones y el puente, se trate del aprovechamiento calculado de unas circunstancias que convienen al convocante.

El “ahí estamos nosotros, fanfarrones, sin mirar a la Tierra” del delirante discurso del infinito que no nos cabe en la cabeza, la especie excepcional a la que pertenecemos y el único sitio del Todo en el que se pueden leer libros y amar de un desquiciado Zapatero (discurso solo comparable al de “está bien que haya astrólogos, pero es fundamental que haya astronautas, porque qué sería de nosotros, los astronautas, si no hubiera astrólogos…” de otro prócer socialista) podría aplicarse a su partido y a su pupilo Sánchez con ligeras variantes: “Ahí estamos nosotros, fanfarrones, convocando elecciones sin mirar los termómetros”.

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