Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Los mártires de Roche

Cuatro gatos secundaron la manifestación de Vox, uno de ellos el ex general Rosety,en un ridículo estrepitoso

Hace 136 años se produjeron en Chicago unos incidentes en una huelga que reivindicaba la jornada de ocho horas, de resultas fueron ajusticiados ocho sindicalistas, conocidos como los Mártires de Chicago. Con ese motivo se celebra en todo el mundo (menos en los EEUU) el 1 de mayo como el día del trabajo, una fecha en la que los sindicatos ponen al día sus reivindicaciones, un momento para que se manifiesten diferentes sectores de la población con distintas problemáticas. Desde 1977 se celebran en España manifestaciones legales con más o menos éxito. Desde hace unos años la burocratización de las centrales sindicales mayoritarias les ha hecho perder credibilidad, aunque aumentan en afiliación. Es cierto que la clase obrera, como sujeto político de la historia en términos marxistas, ha dejado de existir. Poca gente se considera a sí mismo "obrero", la mayoría de los que forman parte de la base de la pirámide social se llaman a sí mismos trabajadores. Hoy los parias de la tierra son los migrantes, que realizan los peores trabajos con míseras retribuciones y menos papeles que el que se está bañando. No hay españoles para recoger fresas, varear aceitunas o recolectar melocotones, por citar algunos ejemplos. Esas labores quedan para migrantes magrebíes, sudamericanos o subsaharianos que malviven en míseros barracones a cambio de salarios de miseria. En la base de la pirámide están los sectores peor pagados: empleadas de hogar, camareros, kellys, repartidores y otros . Todos ellos tienen mucho que reivindicar, más que los trabajadores del metal de la provincia que una vez conseguidas sus mejoras salariales si te he visto no me acuerdo, se olvidaron de la dignidad por la que decían luchar. "Primero lo mío, después lo mío y luego lo demás", lo digo por los pobres ilusos que les apoyaron y creyeron que las movilizaciones del metal eran una lucha por un futuro mejor para los trabajadores de la provincia cuando era por unos cuantos euros al mes, conseguida la mejora, se acabó la lucha, que se movilicen otros. La guinda del pastel la ha puesto Vox, que para alardear de testosterona convocaron una manifestación en Cádiz como el que va a Alsasua o a Vic, para demostrar los arrestos de Santiago Abascal, que no ha trabajado en su vida, en una paradoja extraordinaria: un chupóptero, como decía el Butanito, dando lecciones el Día del Trabajo. Cuatro gatos secundaron la convocatorio de Vox, uno de ellos el exgeneral Rosety, en un ridículo estrepitoso: en la única ciudad del mundo donde los generales participan en el Primero de Mayo es en La Habana, como antes lo hicieron en la Plaza Roja de Moscú durante la URSS. Hay gente que ha perdido la dignidad.

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