UN amigo gaditano, muy conocedor de las cosas de Cádiz y aficionado a su historia y a sus tradiciones, me preguntaba que sabía yo del himno de Cádiz, al que me referí en mi último artículo, citando una de las estrofas del verso que para él compuso nuestro paisano José María Pemán, con la música de José María Álvarez, maestro de capilla de la catedral y competidor en varias ocasiones, en certámenes y concursos, con Falla.

Conocí su existencia gracias a una persona, aficionada a la música, en cuyo poder se encuentra la partitura original y que a cambio de la información, me rogó que no desvelara su nombre. Tan en serio me tomé su ruego que puedo jurarle que, aunque me sometieran a tortura, no desvelaría su nombre, por la sencilla razón de que lo he olvidado. Inconvenientes de la edad. La razón de exigirme el anonimato, es que él no era su legitimo dueño, sino el Ayuntamiento de Cádiz, porque fue el resultado del concurso que convocó, premiando a los autores de música y letra, con 500 pesetas de 1929 y ellos, anticipándose al actual alcalde "Kichi" (que lo hace, según dice, con los que gana de más en la política, respecto de su sueldo anterior) y que se llama de nombre de pila, también José María, donaron a obras de caridad.

De esto tuve ocasión de escribir en estas mismas páginas el 25/08/2005, donde contaba que el himno tiene dos versiones: la amplia para coro y orquesta y la abreviada con una sola voz y piano. Mi amigo recibió la partitura original de la persona que desalojó los archivos del Sindicato Vertical que, aunque no parece el lugar más apropiado para guardar pentagramas, resulta que la banda de música de Cádiz era la de Educación y Descanso, obra sindical, por lo que su director (que fue durante muchos años, Enrique Matute) la tendría en esos archivos. Ignoro, si cumpliendo la promesa que me hizo el que tiene la partitura original, la ha entregado o no al Ayuntamiento, pero si no lo ha hecho, mejor que consulte que harían con ella.

Porque la moda "progre" es meterse con nuestro ilustre paisano. Fernando Santiago en su Blog de Diario de Cádiz transcribe el artículo, publicado por Jorge M. Reverte, en "EL País", quien escribe que Pemán "era un mal tipo", que se alegraba de la muerte de los niños abrasados por las bombas alemanas y que mató, al alimón con Franco, 400 jornaleros al final de la Guerra. Los comentarios se los dejo a Vd.