Pocas cosas hay más desesperantes en la política local que el comienzo de la cuenta atrás para las elecciones municipales, un reloj que empieza a funcionar aproximadamente un año antes de la cita con las urnas. Así estamos en Cádiz: con unas elecciones en un horizonte no tan lejano, con el reparto de concejales más incierto y abierto de los últimos años y con las formaciones políticas tanteando sus estrategias según ocupen responsabilidad de gobierno o aniden en la bancada de la oposición. Nada nuevo en este mundo de la política donde nada ocurre por casualidad y donde las trifulcas no nacen por generación espontánea, sino que se cuecen a fuego lento en la cocina-trastienda de los partidos y en la mente de quienes no han sido elegidos por los ciudadanos y a los que, sin embargo, se les encarga la tarea de maniobrar para enfangar o aclarar el ambiente, según convenga. Pasaba antes, pasa ahora y pasará mañana.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios