La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Tamames, Norma Desmond de Vox

Gracias a Tamames y a Vox, Sánchez, turiferario de sí mismo, se envolvió en una nube de incienso autocomplaciente

Este personaje importante en la historia de España y fundamental en los estudios de economía, que alcanzó el privilegio de que su obra más importante no fuera citada por su título, sino por su apellido, el Tamames, como sucede con las obras que marcan una época y se renuevan constantemente (26 ediciones lleva de la primera en 1960 a la última en 2022), se ha dejado convencer por unos, por otros y por su vanidad para protagonizar el esperpento de ayer en el que todo se hizo à rebours (al revés, a contrapelo, contra natura). Se me vino la novela de Huysmans a la cabeza por su título y por los cambios de rumbo y conversión de su autor. Si Huysmans pasó del naturalismo a lo Zola al decadentismo schopenhaueriano para, tras convertirse, retirarse a un monasterio benedictino, Tamames, antiguo militante y político comunista, presentó una moción de censura contra el Gobierno social-podemita-comunista de Sánchez como portavoz de la derecha populista. Y à rebours, a contrapelo o contra natura, es que esta figura histórica de la izquierda comunista, al seguir el juego a Vox, se lo haga al PSOE -¡qué bien se vienen el uno al otro!- al que supuestamente censura. Como si no se hubiese enterado de que es al censurado Sánchez a quien beneficia ayudándole a echar al PP a los leones del fascio.

El sentirse arrinconado y apartado del mundanal ruido político por la mucha edad y esa vanidad que suele ser proporcional al mérito cuando de intelectuales se trata, han llevado al viejo profesor a dar este espectáculo en el que "a contrapelo" se logrará justo lo contrario de lo que se pretende.

Gracias a Tamames, Sánchez, turiferario de sí mismo, se envolvió en una nube de incienso en la que no se dejó atrás nada de lo mucho, muchísimo, que ha hecho por la igualdad, la sanidad, la educación, la transición energética y ecológica, la normalización de Cataluña, la redistribución de la riqueza, la vivienda, el Estado del bienestar, la seguridad o la política exterior, permitiéndose acusar de "revisionista" del franquismo a quien se enfrentó a él cuando Franco vivía, siendo encarcelado en 1956 y detenido en 1975, cosa mucho más peligrosa que lancear dictador muerto.

Lástima que se haya prestado a hacer de Norma Desmond bajando la escalera de su mansión convencido de que vuelve a ser la estrella dirigida por DeMille cuando ha sido un juguete de Abascal en una moción de refuerzo preelectoral a Sánchez.

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