Hace años se decía que el censo de población de Cádiz estaba mal. Por un lado había muchos gaditanos que se habían censado en su segunda residencia, casi siempre Chiclana, a efectos fiscales. Por otro se decía que algunos residentes fuera de la ciudad se censaban en viviendas de la avenida para poder matricular a sus hijos en los colegios religiosos de la zona.

El cénit llegó cuando el Ayuntamiento, a iniciativa del concejal de Hacienda de entonces, José Blas Fernández, envío inspectores censales a la Barriada de Astilleros para ver si las viviendas estaban ocupadas por los adjudicatarios ,ya que se trataba de VPO por lo que existía la obligación legal de tener allí la residencia. En muchos casos las viviendas estaban vacías, no abrían la puerta e incluso se llegó a observar viviendas vacías a las que le habían dejado la luz encendida para que corriese el contador. Ejemplos todos de trapicheos gaditanos.

Lo cierto es que mucha gente en Cádiz se tiene que ir en contra de su voluntad. A municipios de la Bahía : en Puerto Real, San Fernando,Chiclana, El Puerto hay zonas donde viven miles de vecinos nacidos en la ciudad. Numerosos jóvenes que se van a vivir fuera , a Madrid, Barcelona, Londres, Munich o el lugar en el que encuentren un trabajo acorde con su formación o expectativas. Es el gran drama de Cádiz, ese exilio forzado, la diáspora gaditana, gente que se va porque no le queda otro remedio.

El carnaval lo reflejó perfectamente: desde aquel pasodoble de Martínez Ares sobre el nuevo puente (antes de que el PP lo colocara en Onda Cádiz para que luego le diera un viento de 20 años en la carita) y, de manera singular, el que escribió Jesús Bienvenido "Si yo fuera el alcalde de Cádiz" que cantó el que hoy es regidor de la ciudad, paradojas del destino. En aquel pasodoble se reclamaba que volvieran por el puente los que se habían ido. Como se sabe, muchos componentes de agrupaciones cantan coplas en las que no creen, escritas por el autor de turno. Supongo que en aquel momento José María González pensaba que todo era más fácil de lo que luego se ha encontrado cuando ha gobernado. Ni Juancho Ortiz ni Fran González han cantado nada en carnaval, que se sepa, pero les ha faltado tiempo para la demagogia sobre la bajada de la población en la ciudad cuando durante los gobiernos de sus partidos la sangría fue igual de intensa. Espero que algún día se ponga en marcha un programa para que no se vayan los jóvenes y para que vuelvan los que se fueron aunque la verdad, no tengo muchas esperanzas.

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