Ese pabellón fue uno de los equipamientos deportivos más innovadores de la ciudad de Cádiz. Se le puso el nombre del que era presidente de la Diputación y con el tiempo diputado de UCD Fernando Portillo Sharfaussen. Grandes acontecimientos tuvieron lugar allí, elecciones de Miss España, cumbres iberoamericanas, la más importante liga de fútbol sala de la ciudad, el bar de Emilio, el gimnasio. Cuando era propiedad de la Diputación nos dejaban jugar. Allí conocí a algunos que con el tiempo se convirtieron en amigos, un día vino el Peru, entrenador del Santo Cristo: tengo un chico que es buenísimo. Se lo trajo y era verdad, todo calidad pero mucho miedo. Ahora es el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz. El Portillo era una comunidad de deportistas y de vecinos del Barrio del Avecrem , como llamaban a la Barriada España porque fueron viviendas sociales de gente humilde que aparentaba tener mejor economía de la que en realidad tenían. El solar donde se hizo el Pabellón, la Institución y un bloque de viviendas era donde estaba la Casa Cuna, devastada por la Explosión. Debe tener algún mal fario porque tiraron el Portillo hace 11 años y ahora nos dicen que para 2025 empezará una obra que, con suerte, se terminará dos años después, consistente en aparcamiento , galería comercial y pista deportiva. Con Teófila y con el Kichi, lleva todo este tiempo convertido en un boquete sin uso, ni siquiera a nadie se le ocurrió aplanar el solar (¿o lo elevamos de categoría a “pastilla”?) para que allí se pudiera aparcar, aunque fuera de manera precaria. Le debe pasar lo mismo al solar (¿”pastilla”?) de la Institución, que también tiene gafe porque desde hace 20 años está a la espera de que la Junta se decida a hacer algo. Seguiremos unos años con esa pieza de la ciudad que más parece Gaza que un espacio vacío en un barrio con alta densidad de población y escasos equipamientos comunitarios. La desidia de la administración, local y autonómica, tiene abandonada esta zona, por culpa a medias entre el PP y Adelante, un barrio donde lindan las clases altas de Bahía Blanca con lo que antes eran clases populares y ahora son de clase media, que la sociedad ha prosperado mucho desde hace 70 años, ya no existe el proletariado, nadie se reconoce de clase baja, nadie es humilde, los parias de la tierra son los que llegan a nuestras costas en patera o cayuco. Incluso algún afamado comunista se vio agraciado con una vivienda pública. El colmo del gafe es la parroquia de San Severiano, antigua sede de la Oración en el Huerto. Esperemos que algún día veamos un nuevo pabellón y cualquier cosa en el solar de la Institución, aunque tarde otros 11 años. Portillo 2025 ííííín.