Los catetos digitales salimos ultimamante a la calle con Vox debajo del brazo…pero no un Vox reconquistador, sino un Vox traductor, inglés-idioma patrio, por el auge de lo que podíamos llamar el "pamplineibol" que consiste en el arte de llamar en inglés toda aquella pamplina que tranquilamente se podía decir en español.

La última pamplina que llevo fatal es los del "Summer", se dice somer, como somier, pero sin i y significa, traducido al antiguo, verano pero en pamplineibol. Todo es "somertaim", con bañadores de florecitas para ellos y grandes palmeras (pero no de coco y huevo) para ellas. Las tortillas para llevar son ahora "takeawey" que a mi me suena al chiquillo aquel que salía en taparrabos en una serie de televisión: Orzowey. Ah, y de reparto a domicilio, nada. Es delivery…deliberadamente pamplineibol. Llamándole así queda mucho más fino…aunque el repartidor cobre una miseria mucho más grande.

Los catetos digitales nos pegamos media hora delante de cualquier letrero para intentar comprender algo. Ya no hay ni gerentes de empresas. Ahora sale un tio, de estos con camiseta blanca y zapatos deportivos y debajo en el letrerito pone que es el "Ceo" de la compañía…y yo digo, pues si feo está el tio una jartá con la camiseta que parece que se acaba de levantar de la siesta.

El pamplineibol afecta a todos los mundos por igual. Las papas fritas son ahora "snack", aunque el nombre está muy bien puesto porque algunas de las porquerías que se venden para sustituir a las papas fritas como los crujientes de quinoa saben a "es ná de ná".

Cualquier dia de estos me levanto y mi churrería de referencia no venderá de los gordos y de los finos, sino "doreibols frities" o cosas peores y le querrán poner por lo alto Nutella, que ahora se la quieren poner por lo alto hasta a la pringá de la berza.

Los pamplineibol ya no corren por las mañanas sino que hacen "runing", y van vestidos y vestidas con una ropa una jartá de apretá…como los antiguos hombres ranas, pero sin escafandra…y con gafas de sol de colores estratosféricos. Pero después te los ves a todos y a todas en una venta pidiendo un mollete con manteca colorá…ahí no hay pamplineibol que valga…menos runing y más zurraping.

Los pamplineibol no cogen taxis, cogen cabifys y se hacen selfies hasta sonándose los mocos, los muy guarrindongeibol. Reconozco que el pamplineibol me tiene hasta los mismos eggs…que traducido resulta, hasta los mismos güevos.

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