Hacer la cama

Pido a los ingenieros que se esmeren en este campo de la vida humana e inventen un humanoide hacedor de camas

Llevo el adn del flojo. Lo sé. Y quizás sea por eso por lo que mi mente de cateto digital no entiende lo de hacer cada día la cama, por la mañana, para volverla a deshacer otra vez por la noche…y a veces antes para la siesta.

A mi eso de estirar la sábana bajera, ajustar la tela de arriba para que esté igual por los lados, meter la sábana por debajo del colchón como quien mete una loncha de tranchetes dentro de un bocadillo y darle golpes a la almohada para que vuelva a su estado de recta por todos lados me pone malo…porque pienso: Si dentro de ocho horas la voy a volver a deshacer, para que perder el tiempo con esto.

Me han dicho que hacer la cama relaja, que si la haces a dos que tiene su cosita, pero yo ni me relajo poniendo la sábana bajera, ni le encuentro su cosita a poner derecho el edredón…yo a un edredón no le veo erotismo, más que le veo bultos.

Y lo que me pone más malo todavía es la costumbre que hay ahora de poner encima de la cama lo menos 20 cojines, que pierdes una hora quitando los cojines y otra hora poniéndolos.

He visto a gente que estudia como ponerlos, que hace juegos de colores, que los tiene de varios tamaños, que los días impares hace un dibujito y los pares otro…yo que sé. Yo cuando veo una cama con el cojinismo puesto lo único que se me viene a la cabeza es lo que se tardará en ponerlos todas las mañanas…habrá que pedir hasta licencia de obra al Ayuntamiento, del trabajo que supone eso.

Habrá que hacer la cama, además, después de desayunar, porque si lo haces antes te tienes que acostar otra vez del cansancio.

Pido por favor a los señores ingenieros y fabricantes de robots en general que se esmeren en este campo de la vida humana e inventen el humanoide hacedor de camas, una máquina que entre con discreción una vez que yo me haya levantado y haga la cama con la pericia que se le atribuye a estos engendros humanos. Un artilugio capaz deponer los cojines tal como estaban el día anterior, de planchar la sábana bajera, de quitarle los bultos al edredón y capaz incluso de hacerle un lacito a la colcha de croché que te regaló la prima Antoñi. Y ya puestos que antes de hacer la cama te vaya por churros y te los traiga calentitos…a mi me gustán más de los gordos ¿y a ti?

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