Crónica personal

Pilar Cernuda

La 'Frau'

LA Frau, la señora Merkel, ha venido a presidir una cumbre hispano-alemana de las que se celebran periódicamente -por eso la acompañaban media docena de ministros-, pero en esta ocasión la prioridad era comprobar si Zapatero ha hecho bien los deberes. Ni siquiera Moncloa negaba que Frau Merkel venía con el espíritu de la profesora obligada a revisar el examen realizado por sus alumnos, el equipo de Zapatero era perfectamente consciente de que este viaje tenía poco que ver con los que se circunscriben a las cumbres periódicas que celebra España con los países con los que mantiene una especial relación política, económica y cultural.

La señora Merkel no siente excesiva simpatía por Zapatero, aunque eso no significa que mantenga unas relaciones especialmente estrechas con Mariano Rajoy; al presidente del PP le trata con cordialidad -también a Zapatero, faltaría más, es exquisita en educación- y además Rajoy y Merkel comparten ideología y la misma Internacional de partidos, pero no cabe decir que le pone mala cara a Zapatero para hacerle un favor a Rajoy. Primero, porque no le pone mala cara a nadie, la procesión la lleva siempre por dentro; segundo, porque ayudará a Rajoy todo lo que pueda por razones evidentes, pero no es un político con el que intercambie confidencias, se llamen frecuentemente por teléfono o quede de vez en cuando en algún país del mundo para hablar de política. Por tanto, hay que partir de la premisa de que si Merkel no hace buenas migas con Zapatero no es por hacerle un favor a Rajoy, sino porque no está de acuerdo con la política del presidente español.

La canciller alemana ha hecho un favor a Zapatero en este viaje. Un importante favor, lo que es muy de agradecer en estos momentos de horas bajas para el presidente español, que ha tratado de levantar cabeza con la firma de un pacto social importante, pero que ha enturbiado las últimas cifras de paro, que han restado credibilidad a sus esperanzadoras palabras sobre el futuro. Merkel no ha entrado en la letra pequeña, en si tendrá razón o no el presidente, pero ha dejado en Moncloa buen sabor de boca al declarar que Zapatero ha emprendido importantes reformas y grandes logros y decir que camina hacia un rumbo positivo. No podía pedir más el presidente español, nada menos que Merkel ha avalado sus medidas económicas, todo un puntazo.

¿Indican las palabras de Merkel que se le presenta un buen futuro? No. Indican que Merkel, que es lo mismo que decir la UE, aprueba su nueva trayectoria, en la que ha dejado atrás veleidades de un izquierdismo antiguo y apuesta por una política realista más acorde con los tiempos que toca vivir. Pero a nada que se desvíe del camino trazado le pedirán que corrija la trayectoria. Porque ya no decide en solitario: es Bruselas, donde manda Merkel, la que dice qué hay que hacer.

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