(Que la ira no domine estas líneas, que la pena no guíe estas manos que se deslizan, nerviosas, por el teclado, que la impotencia no ilumine las zonas oscuras de mi cerebro. Que la crueldad no despierte la crueldad que se instala en el fondo de mi corazón y que cada día intento domesticar alimentándola de besos, música y agua de mar -la crueldad es una bestia cuya boca conviene mantener entretenida-. No rujas, no arañes mi estómago salvaje animal. Quizás deje asomar tu fuego a mis pupilas, quizás despedace tres o cuatro frases en tu nombre. Pero no me nubles la razón y déjame convencer para vencer...) Reacciones crueles de la entrada de Palestina en la Unesco como miembro de pleno derecho: Construcción de 2.000 nuevas viviendas en territorio ocupado; el cese de la transferencia de impuestos y recaudaciones que, escandalosamente, se cobran en territorio israelí; retirada del apoyo económico de Estados Unidos a la Unesco. (A mi Crueldad le está saliendo un hermano, Vergüenza )