EL Ayuntamiento, y con ello toda la ciudad, ha aceptado el envite que supone poner en marcha la edición de 2023 del Congreso Internacional de la Lengua Española, que debía celebrarse el próximo mes de marzo en la ciudad peruana de Arequipa. Lamentando que la dura crisis social y política que soporta este país hispanoamericano haya provocado este cambio de última hora, para Cádiz es una oportunidad más para demostrar que cuando quiere puede conseguir todos los objetivos que se marca y situarse al nivel de las grandes capitales.

Además, el gobierno municipal no ha dudado en ningún momento en que debía de dar un paso adelante y poner a disposición de las instituciones convocantes, la ciudad y todos sus equipamientos. Un paso valiente teniendo en cuenta que este evento internacional se celebra poco después del Carnaval, a un paso de la Semana Santa, con la apertura inminente del Museo del Carnaval, junto a la organización de la nueva edición de la SailGP y de la llegada de una nueva Gran Regata. Y todo, con las elecciones municipales de mayo de 2023.

Cádiz siempre ha demostrado, incluso en los peores momentos, cuando ha tenido que actuar sola, que la fama que pueda tener esta ciudad del sur de perezosa y poco dispuesta a luchar por lo suyo, se cae por su propio peso, brillando allí donde ha sido necesario: Bicentenario de la Constitución, grandes regatas, Cumbre Iberoamericana...

En todo caso, tampoco conviene olvidar que en muchos de estos eventos hemos tenido que andar solos, asumiendo organización y gestión con los siempre escasos fondos municipales.

Cabe pensar, con lógica, que si en esta caso se ha invitado a Cádiz a convertirse en la sede de urgencia del Congreso de la Lengua de 2023, será porque las instituciones y administraciones promotoras van a afrontar todos los gastos que supone su organización. Y se actúa con unidad.

Y, también, cabe esperar que el programa que se traslade desde la fallida sede de Arequipa se vea reforzado por complementos más de la tierra, para que Cádiz, que en su día fue el nexo de unión entre España y el continente americano, deje también su sello en los contenidos del encuentro.

Junto a todo ello, la ciudad de Cádiz mantendrá su candidatura para ser la sede del Congreso de la Lengua de 2025. Es lo lógico pues ahora, como hemos referido, vamos a funcionar como sede de emergencia sin poder ofrecer un programa cien por cien de la tierra.

Sería extraño, e incluso ofensivo, que la ciudad que da un paso adelante y hace un esfuerzo evidente, no sea premiada con la organización del evento de 2025, y más cuando en todas las quinielas previas a la tragedia que vive Perú era la que mejor estaba situada entre todas las ciudades candidatas.

Ya puesto, aprovechemos como ciudad este Congreso, y esperemos que el de 2025 también, para dar un potente impulso a nuestras políticas culturales y educativas, pues una sociedad que las ignora es incapaz de avanzar.