Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Botellón

La libertad tiene esas cosas.En medio de una fiesta popular no se pueden impedirlas aglomeraciones

Hace nueve años la comparsa ‘Los Millonarios’, de Juan Carlos Aragón, cantaba: “Si no te gusta, lo siento/ pero no consiento/ hacer un botellón/ de mis carnavales”. Así que quien piense que el pasado sábado se formó un botellón en el centro de la ciudad por primera vez, se acaba de caer de un guindo, como el Capitán Renault “qué escándalo, aquí se juega”. Informo a PP, PSOE y Adelante que no tiene solución, por si son tan ingenuos que se han creído otra cosa. Por muchos escenarios que monten en la Zona Franca, por muchas actuaciones que haya, los chavales vienen de toda Andalucía a hacer botellón disfrazados. Había estado toda la semana lloviendo, el sábado amaneció un día estupendo y miles de personas decidieron venir a Cádiz. Como no se puede poner un aforador en las Puertas de Tierra, ni bloquear la Plaza de Sevilla, sólo hay que tomar la precaución de que haya bidones de basura y baños para incitar al civismo, aunque luego las calles se llenan de meados, en cada casapuerta un gachó o una gachí meando y cosas peores (según se mire). Este fenómeno tiene lo menos 25 años. Lo de ‘Los Millonarios’ ocurrió el mismo año que se produjo el Santo Advenimiento de Kichilandia, así que durante ocho años el kichismo podía haber puesto en práctica lo que reclaman ahora. Tuvieron ocho años de botellón salvo el tiempo del Covid. Esa es la cruda realidad, la tozudez de los hechos. No se le puede reprochar a Bruno lo que no se hizo antes. Y ya digo, no hay solución posible. La libertad tiene esas cosas, en medio de una fiesta popular no se pueden impedir las aglomeraciones. Ahora que llega el tiempo de los capillas, ya verán ustedes las calles llenas de cáscaras de pipas y bolsas de gusanitos. Se trata de una ceremonia para los creyentes, pero al final todo se vuelve botellón. De hecho dejó de hacerse lo de las barbacoas porque el botellón era en la arena de la playa, más difícil de limpiar, por mucho Terelu que corra a colocarse medallas o a formar parte de las cuadrillas de limpieza. La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. El problema no es la aglomeración de la gente, qué más da. Todos esos chavales que estaban en la plaza de la Catedral no vienen a escuchar, vienen a beber y a asuntos subsiguientes. Quizás si tuviéramos su edad haríamos lo mismo que ellos. Es más un problema de educación que de orden o higiene pública. Ningún chaval de los que vienen se callará si por las esquinas se oye un pasacalles, como pedía el Eterno. Nada se puede hacer, salvo resignarnos a morir de éxito. No cabe duda de que este equipo de gobierno ha hecho publicidad del Carnaval, igual que lo hizo el anterior, sólo que no salen ni los concejales ni el alcalde en los vídeos promocionales como se hacía antes.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios