Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Animales fantásticos y dónde encontrarlos

La imagen que da el Campo del Sur es tercermundista, con la porquería que les sueltan los alimentadores acreditados

En la casa de mis abuelos, calle San José 49, había unos gatos en la planta baja que daban un increíble mal olor. Supongo que la familia los soportaba con la idea de que mantuvieran alejados a los roedores. Con el tiempo se supo que en Cádiz había "6 ratas por habitante", lo que dio lugar a una chirigota. En el aljibe del patio había una tortuga , como la copla que canta David Palomar con letra de Javi Osuna. Dicen que en todos los aljibes de Cádiz había una con el fin de que se comiesen a los bichos. Ahora el Ayuntamiento señaliza las colonias de gatos, no sé muy bien con qué fin. La del Campo del Sur da asco, por mucha ternura que le puedan suscitar a sus cuidadores y por mucha literatura que puedan tener estos animales. La imagen que da el Campo del Sur es tercermundista, con la porquería que les sueltan los alimentadores acreditados. Que Cádiz sea Ciudad Amiga de los Animales no hace sino traernos problemas. No hay corridas de toros, lo que me parece fantástico. No viene ningún circo, me da igual porque no tengo niños en edad de llevarlos a un espectáculo así y, en el fondo, me parecía deprimente la manera en que tratan a esos animales. Por si fuera poco al Ayuntamiento esa rimbombante declaración le supone un obstáculo para organizar la ciudad. Las palomas, por ejemplo, se han vuelto agresivas. Hay tantas que no tienen para comer, por lo que invaden las terrazas con las esperanzas de alimentarse con lo que caiga de cada mesa. Algunos jubiletas van por la ciudad con bolsas de migas de pan para darles de comer en lugar de ir a clase de música, a pilates, al Banco de Alimentos o a caminar, actividades propias de su condición. Hace varios veranos que la gente ha dejado de grabar ratas por la ciudad, no sé si porque se aburrieron o porque el Ayuntamiento hizo su trabajo. Eso sí, cada día se ven más gaviotas y más periquitos o cotorritas, que ya uno no sabe de ornitología. Entre gatos, palomas y pájaros de todo tipo hemos suplido la ausencia de tigres, leones, elefantes y toros.Ya no se podría grabar Cádiz como si fuera Pamplona, como aquella película de Tom Cruise y Cameron Díaz, "Noche y día", a cuyos productores se les escaparon los toros, quizás porque la ciudad no está preparada para los encierros ni se parece a la capital navarra, por mucho que se empeñasen. Desaparecieron también los dos coches de caballos, Teófila y Rafael, que esperaban turistas en San Juan de Dios. Unos animales van y otros vienen, pero como el Bar Ramón, Cádiz siempre en su sitio. Por si fuera poco, echan del Parque Genovés a unos patos patosos. Este artículo me ha salido como una mezcla de los de tipo costumbrista que hace Món del Río con recuerdos de su juventud y una carta al director de Purita González de la Blanca.

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