Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Penetrante, aguda, inconfundible. Así era la melodía con la que los afilaores anunciaban hace décadas su presencia en las calles. Aquella especie de flauta de pan que hacían sonar una y otra vez y que, automáticamente, iba seguida del encargo materno de bajar cuchillos y tijeras, bien envueltos en aquel periódico de formato sábana, para entregarlos al afilaor que pasaba los cubiertos por la piedra que giraba gracias al motor de su propia moto. Ahora, en estos tiempos, el afilaor, que va en bicicleta, también se anuncia con aquella sencilla melodía que sin embargo, ¡oh, sorpresa!, suena enlatada, grabada, y es reproducida sin tener que usar aquella flauta que tanto encandilaba a los pequeños. El afilaor se moderniza, y a él acuden ahora los políticos de turnos que velan armas y afilan sus hojas de cara a la campaña que se nos avecina, donde los cortes y los tajos se anuncian profundos.

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