Análisis

josé maría jurado

1967-1970: una revolución en magisterio

1967 devino gran año en la historia del Magisterio. El estreno del Plan 67 significó una revolución en la carrera y en la profesión de maestro.

El Plan-67 aunque nacido en pleno franquismo mostraba influencias del plan profesional de la II República. Plan generalista que daba mucha importancia a las prácticas y que implantó la posibilidad de “acceso directo” con vistas a la Ley General de Educación (1970)

Producto de una inusual decisión ministerial por mejorar la formación del futuro maestro y un mejor impacto social que fulminara el vergonzoso más hambre que un maestro de escuela. Para ello se diseñó un Plan de Estudios tan avanzado, motivador y atractivo que hasta las prácticas de enseñanza era generosamente remuneradas.

Diseño de carrera corta; tres cursos, dos teóricos más una reválida y el último, dedicado íntegramente a las “prácticas de enseñanza” junto a vespertinos cursos de perfeccionamiento. También se contemplaba, al finalizar la carrera, algo inusitado; el acceso directo a la función pública, sin oposiciones, para un 10 por ciento aproximado de alumnos. El plan era tan avanzado que duró lo que un suspiro, un visto y no visto. Para la segunda promoción, desapareció la remuneración de prácticas y el novedoso plan entero se clausuró en 1970. En 1971 se implantó un nuevo plan de estudios de nivel universitario y especialista.

Primera promoción. Circunstancias vocacionales, fuerte motivación, empatía y compromiso de la dirección y profesorado de la Escuela, implicados en el nuevo plan, hicieron que aquélla promoción inicial se consolidara como grupo tan cohesionado, consecuente e interrelacionado que ha subsistido en el tiempo y ahora estos jóvenes jubilados demuestran ánimo suficiente para reunirse próximamente en sesión académica a la que seguirá un almuerzo por todo lo alto para celebrar, simplemente, que estamos vivos (que no es poco) que nos queremos a pesar de los achaques (que es mucho) que nos acordamos de profesores y compañeros estén o no estén con nosotros (que es importante) que las compañeras todavía siguen siendo guapísimas (que es muchísimo) y los compañeros todavía más elegantes (que es bastante).

Nuestro pequeño mundo, además de grupo musical de la época, era el mundo en el que nos movíamos y nos relacionábamos. Era tan nuestro, tan nuestro y le proporcionamos tanto afecto que pasa el tiempo, se hace mayor, deja de ser pequeño pero no envejece, sigue siendo “nuestro” y lo vamos a revivir próximamente, con lo mejor de nosotros mismos.

Enhorabuena y feliz aniversario.

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