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El gran cronista taurino de Diario de Cádiz, Curro Orgambides, ocurrente en sus crónicas y en sus libros, en una estimada publicación de 2006, Toreros gaditanos en la introducción de la lidia a pie en América, cuenta admirablemente las peripecias de toreros, banderilleros, picadores, directores de escuelas, en aquellos lugares, a los que ansió llegar Cervantes. Pero don Quijote, como picador y Sancho en los rehiletes, no hubieran nunca alcanzado fama que pudiera competir con la alcanzada literariamente.

¿Conoce alguien, a Antonio Duarte, Cúchares de Chiclana? Mira que existen libros más allá del Cossío que no lo menciona, pero que, a veces, sí dan cuenta de ellos, de sus penurias, triunfos, cornadas, gangrena y muerte. La muerte es la gangrena del olvido.

Ab initio, aparece un torero tardío, gaditano, que tuvo un despacho de sanguijuelas, como si fuese carnada de pesca o farmacia de sangrador. Entre sus alumnos figuran Antonio Romero, El Pastor, (Puerto de Santa María), José Pontrimoli, Pichirín , (Cádiz), el citado Antonio Duarte, "Cucharillo de Chiclana", Antonio Fernández, Momito,(Chiclana) N.N. El Curro de Cádiz, Francisco Ortega, el Cuquito, (Cádiz) y Juan Feria, Lichachi, (Algar).

Todos torearon en Lima, México, Montevideo, y alguno retornó a Cádiz. Un matador Manuel Domínguez que según el texto de Orgambides, toreó en Montevideo, junto con Manuel Macías, Cherrime, de San Fernando, sufrió una cornada que le arrancó un ojo, como a Padilla, y sobrevivió. Casi todo lo relatado ocurre desde 1852 hasta 1879, cuando no había antibióticos y la gangrena mataba más toreros que los Miuras, los Concha y Sierra y los Pablo Romeros, juntos. Cornadas que daban lugar a amputaciones terribles, como heridas de guerra.

José Días, Mosquita o el Mosca de Cádiz, toreando en la Habana perdió un brazo y ni corto ni perezoso reaparece de nuevo en Cádiz, en 1841, justo con un brazo de hojalata sustituyendo a su brazo amputado, y con valor a toda prueba, con esta prótesis torea una novillada. Aún siguió toreando así en su nueva visita a La Habana, donde tendría un nuevo y definitivo percance, esta vez mortal, el 28 de junio de 1845. 

Otro torero ortopédico fue el Tato, Antonio Sánchez, amputado de una pierna también por una cornada, tanto era su valor que en 1871 quiso torear con su prótesis en la pierna derecha, ·sentándose impotente en el estribo de la plaza de Madrid". La pierna real la expuso en el escaparate de una farmacia, que ardió, a lo mejor, por los gafes de siempre.

Y un matador de quita y pon. Paco de Oro nombre artístico de Francisco Díaz. Torero nacido en Cádiz el 5 de febrero de 1840. Destacado por tomar la alternativa más veces que nadie: en Cádiz en 1870, 1871, 1873 y 1878; en San Fernando en 1872 y en Madrid el 8-9-1872. Pero volvamos a Duarte, el de Chiclana. El libro de Orgambides, deja constancia según el investigador Ruiz Morales, quien se hizo oídos de su muerte en Albacete, el 9 de septiembre de 1859, por cogida certera del segundo espada, Cúchares, así con el apellido borrado, y tampoco en Chiclana hay constancia. ¿Torero fantasma? Pudiera ser, cosas más raras se han visto. El olvido es el cieno de la tierra. Polvo que flota sin el sol. Nada entre nadie sin mañanas.

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