La tristeza es como la erisipela de la piel pero al envés. La memoria es un grito contra el espejo retrovisor de la vida. Lo que se deja atrás se aleja, se pierde en el olvido. Para mí, el olvido es una tormenta dentro de los mares, escindida y sin nadie, o cómo la gran pirámide derrumbándose en si misma ante la eternidad. Quevedo luchó contra él con el pentámetro de Propercio "ut meus oblito puluis amore uacet" o lo que es lo mismo, disuelto el amor, vacías quedan mis cenizas.

Contra esto la Real Academia de San Romualdo, el día de los enamorados, programó la conferencia del Doctor Chamorro, El amor en la ciencia y la poesía. Desde el punto de vista de la ciencia y el punto de vista del enamorado. Algo parecido a un corta fuego en el monte para apagar el incendio.

Versos de León Felipe, -Deshaced ese verso/quitadle los caireles de la rima/el metro, la cadencia/y hasta la idea misma...Aventad las palabras.../y si después queda algo todavía, eso/ será la poesía./¿Qué importa que la estrella esté remota y deshecha la rosa? Aún tendremos el brillo y el aroma. Bécquer, los más numerosos, José Martí, -la niña de Guatemala- definiendo el amor en los poetas, en el momento en que la pasión anula totalmente, el olvido.

Todo estuvo sedimentado en el cerebro humano, la gran decepción, donde todos los impulsos conocidos hasta el momento de la conferencia, cifraban las emociones en picos de las diferentes zonas o capas cerebrales, y de sus premios y placebos, neuronales y sinápsicos, que explicaban fríamente, cualquier sueño o intuición humana controladas por endorfinas, serotoninas, dopaminas, documentando con diapositivas y amenidad que el enamoramiento provoca una importante manifestación de sinapsis neuronales a lo largo de varias estructuras cerebrales. El amor puede dividirse en tres categorías principales: atracción sexual, amor romántico, y unión monogámica.

La atracción sexual es alimentada en parte por las hormonas sexuales: estrógeno y testosterona. Al inicio de una relación, el cortisol, hormona del estrés, aumenta. Ese incremento crea la sensación eufórica y las "mariposas" que sentimos en el estómago. Durante este mismo periodo se ha reportado una disminución en la actividad de la corteza frontal, importante para el razonamiento y el juicio. El amor romántico provoca la liberación de diversos neurotransmisores, entre los que se encuentran la dopamina, norepinefrina y serotonina. Esto nos lleva a relacionarlo con el sistema de recompensa en nuestro cerebro. También situó el amor cerquísima del segmento odio. Y el doctor Chamorro defendió los sentimientos poéticos del amor en la suma importancia de usar la inteligencia. A mí me dio la neura de Dios, esa sed humana de amor y eternidad desde los tiempos más pretéritos. Y saliendo de la conferencia, alenté estos versillos, titulados Dios. Adeene, carbonos y metales/Bacterias, mutaciones y fermentos,/Panspermia, ceodos, sus sedimentos/Los ciegos circuitos neuronales./Eso explica la ciencia con avales/desposeyendo a Dios del firmamento./Dios es un fuego que no da señales/. ¿El hombre fue creado sin su aliento? Esa vida de ácidos, cadenas/de cromosomas, virus, adeenes/ sinapsis, feromonas, endorfinas…¿Eso es el alma? ¿Sangre, sesos, venas?¿Todo está decidido por los genes…? ¿Somos muñecos de serotonina?

Un éxito Académico, del que nos alegramos. Contra el olvido y la marginación. Esos impulsos tan isleños y tan cercanos. Esa forma formal de tratar a la gente.

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