El café de máquina primero de la mañana, el que te resucita a diario; el mollete con aceite, tomate y jamón, los churros de toda la vida en su papel de estraza; el zumo de naranja que te ayuda a seguir; la cerveza o el buen fino que anuncia que el mediodía ha llegado; la tapa de ensaladilla con su bolsita de picos; el café de media tarde y si cuadra el día, copa de balón bien servida en una de nuestras terrazas.

Da igual donde, en el centro de nuestro Puerto, en la Ribera, a la orilla del Guadalete, en Vistahermosa, en Fuentebravía, en Valdelagrana, en alguna Venta de nuestra campiña, en nuestros barrios, El Tejar, Las Nieves, Fermesa, Durango, cualquier lugar es bueno para disfrutar de nuestros bares.

¡Exacto! “Disfrutar de nuestros bares”, lo que para muchos de nosotros es ocio y diversión, hace muchas veces enturbiar la visión real de que para muchas personas es su medio de vida.

Es un sector; el de la hostelería, en el que la ineficaz gestión de esta pandemia, ha sacudido peligrosamente. Siendo ya un gremio, en el que las condiciones de trabajo, horarios, días festivos y demás cosillas que sabemos los que nos hemos dedicado a él, lo hacen ser sacrificado, las nuevas circunstancias lo hacen aun más.

Hemos entrado en otoño y con él, en una de las épocas más peligrosas para la hostelería en una ciudad como El Puerto. Nuestra hostelería pasa de ser turística, a ser meramente local y depende solo de nosotros el que siga viva.

De este sector, dependen muchas familias. Detrás de grandes marcas distribuidoras los que están son tus vecinos; el camarero, el cocinero, el repartidor, el comercial, el carnicero, el pescadero que suministra, el panadero, el almacén de frutas y verduras y tantos trabajos indirectos que crea este sector.

Sal a la calle cualquier día y observa que es lo que le da vida a tu ciudad.En nuestros bares, está nuestra gastronomía, nuestra forma de ser, nuestra cultura y nuestra gente con un empleo.

La hostelería y el pueblo van unidos de la mano, agárrala con fuerza que cuando se te quite el miedo querrás una cerveza bien fría, yo te espero tomándomela ya, nunca dejé de hacerlo.