Pablo-Manuel Durio
El autobús populista de Cádiz
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Salvando las distancias con la cantidad de bulos y mentiras que nos están pasando por delante aprovechando el terrible drama que está viviendo el pueblo valenciano. Un atípico y cutre lobby de sinvergüenzas está cebándose con personas que están en un nivel emocional profundamente alterado por razones obvias. Y también, ya de paso, aprovechándose que existen personas con tan pocas luces que no son capaces de discernir y contrastar lo que se le pone por delante a través de las redes sociales, y de los muchos medios de desinformación al uso que desgraciadamente subsisten en el universo mediático.
Decía que, salvando las distancias, y tapándome la nariz para no oler el hedor que desprende tanta porquería pseudoinformativa, voy a referir sobre las penurias que están padeciendo los vecinos y las vecinas de la Barriada de la Playa de mi pueblo, y los que como yo, vecino que vivo enfrente de esos vecinos, también me llevo la parte alícuota que me corresponde, entre otras cuestiones, por la deficiente distribución del tráfico rodado que se ha diseñado con motivo de unas obras más que necesarias pero rematadamente mal gestionadas.
Apemsa, nuestra empresa de aguas, inició en enero de 2023 las obras del tanque anticontaminación y Estación de Bombeo en la Avenida de la Bajamar y el Paseo José Luis Tejada, pretendiendo ser la obra de mayor envergadura desde que Apemsa es Apemsa. Pero tengo la sensación de que esta inversión tan sumamente importante para nuestros intereses como ciudad se les ha ido de las manos por falta de una planificación adecuada y acorde con los terrenos que empezaron a excavar, y por la antigüedad de las viviendas que se iban a ver afectadas con tanto movimiento de tierra y de maquinaria pesada.
Lo que tendría que haber terminado en mayo de este año, ni el obispo de la diócesis ni el mismísimo San Judas Tadeo, ni por supuesto Gyocivil saben cuándo va a terminar. En este largo ínterin que estamos penosamente atravesando por las arenas movedizas del sur de El Puerto, los bulos, hábilmente manejados a través del principio de transposición de Goebbels, van acabar con la paciencia de la buena gente de este barrio. Y no lo recomiendo.
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