Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

A través de una amiga me llegó una canción al móvil de las que hacen pensar. ¡No sé cuántas veces la he oído! Dice frases como que el pasado no existe y el futuro es incierto. Y yo, que desde la pandemia estoy excesivamente reflexiva y un poco parada aunque no pare de hacer cosas, me planteo hacerle caso y dejar en paz a todo ese abanico de recuerdos que cada uno portamos para hacer realidad eso que pensaba para el futuro.

Sin duda influye la experiencia de la tambaleante Ucrania, latiendo en el ambiente en modo triste y sin grandes propósitos de recuperarle la paz. De interesar a la economía mundial, ya lo hubieran hecho. Me propongo, por tanto, agarrarme al presente.

Empezaré por reciclar, regalar, tirar… Romperé fotos antiguas que no tiene sentido guardar y que en el futuro, serán una carga para los hijos. Aunque con el poco tiempo que tienen, les será más fácil volcar todo sin mirar atrás, como expresa la canción de la que les hablaba.

Otro propósito será deshacerme de tanto como tengo escrito desde que era adolescente. No tiene sentido guardarlo. Dejaré las cartas más significativas. Antes escribíamos muchas cartas. Muchísimas. No sé si los jóvenes de ahora lograrían expresarse con ellas.

Necesito limpiar el ordenador de lo viejo y olvidar mi insistente… lo conservaré por si acaso.

Decía Leonardo Da Vinci que la simplicidad es la máxima sofisticación.

Cuenta El Principito: “La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando ya no queda nada más que quitar.”

Es importante viajar sin excesos porque el peso ralentizaría nuestro caminar. En el viaje del día a día ocurre igual.

El presente es hoy. Jornada de pensar.

No faltaron discursos de: Tú promételo, por si acaso. Necesitamos ganar. Será por prometer…

Pensemos quiénes serán capaces de hacer presente tantas propuestas de futuro. Qué grupo protegerá mejor los Derechos Humanos.

La Democracia tiene defectos. Sin embargo, agradezco la suerte de vivir en un país democrático. Hoy por hoy es la mejor manera de gobernar.

Ojalá votemos todos con respeto y, sobre todo, con conciencia.

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