Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

En este artículo me gustaría poner voz a una conversación entre amigos acerca del trabajo juvenil en nuestra tierra. Tratamos de analizar, en la medida que pudimos, en qué nos diferenciamos en cuanto a las contrataciones juveniles de otros países desarrollados.

Es muy preocupante. Un médico me contó que, cuando los jóvenes acuden a su consulta por haber tenido algún accidente, quieren saber cómo conseguir esa paga pequeña, eterna y suficiente para sus gastos, mientras siguen viviendo en las casas paternas.

No les culpo, cuidado. La crítica no es a ellos. Es a lo que les hemos acostumbrado. Salen de los institutos, echan currículos y se topan con lo que nunca encuentran: Un trabajo digno. Primer mal.

El segundo empieza cuando “tiran la toalla”. Puede que les consuele comprobar que buena parte de sus compañeros de clase, que tampoco quisieron seguir estudiando, están en la misma situación. Y se acostumbran como si eso fuera lo normal.

Por otra parte, ante la imposibilidad de alquilar un piso, ni siquiera compartiendo, qué van a hacer… pues continuar como pueden o les permitimos. En las casas de los padres.

El tercer mal lo hacemos los padres, con ese tan oído: ”Mi niño no va allí porque le explotan”. Sin comprender que si los jóvenes están aprendiendo no pueden cobrar como cuando ya dominen el oficio que sea.

Las ayudas familiares son eso, meras ayudas. Algo es algo. Pero en aquella reunión concluimos que nunca deberían ofrecerse a cambio de nada sino a cambio de formación.

Habría que privilegiar las escuelas profesionales y replantearse el asunto de los aprendices de oficio como la zapatería, la jardinería, la agricultura o la fontanería. Trabajos que les haga crecer como personas, mejore su vida social, y les incremente la moral y la ambición por mejorar.

¿Han tenido ustedes necesidad de un fontanero? ¿De algún pintor? Porque son un lujo.

En mi sociedad inventada, el “dar por nada” se dejaría para las situaciones emergentes: todas esas personas mayores o enfermas que de ninguna manera pueden trabajar.

Pero estas soluciones delante de un café, entre amigos, no dan votos. Así que me temo que nadie les hará el menor caso.

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