Las elecciones están ya a la puerta de la esquina, y, todo hay que decirlo, ha sido una de las campañas mas divertidas, rara, animadas y cruel de la historia del Puerto. Por primera vez, tenemos a un alcaldable, alcalde en la actualidad, que vende su campaña centrándolo todo no en su imagen, sino en el segundo de a bordo, alguien que no deja a nadie indiferente y que desata odios y pasiones. Curioso que el ego del primero deje paso al ego del segundo, un ardid político que le da rendimiento. Cada cual que valore si esa muestra es un gesto que pocos harían o es una estrategia cuidada. Por otro lado, tenemos al primer alcaldable que perdió en alguna legislatura, que alcanzo la alcaldía, y que, tras ser derrotado, mandado a su casa, vuelve a presentarse, curioso que después de ser rechazado por el pueblo, quien le dejó gobernar y luego le retiró su confianza vuelva a la carga. Cada cuál valorará si es tesón o algo mas extraño. Siguiendo con la lista, y tras mucho años, alguien repite los colores, la estrategia y hasta los modos del conocido Hernán Díaz, que abandonó el PP para formar una lista con todo tipo de gente. En este caso la diferencia entre ambos es abismal, Hernán jamás renegó de sus ideas por conseguir votos, vendió su imagen a la americana, con mucho márquetin y empatía, pero no se disfrazó de Che Guevara, hoy alguno cambia su libro de cabecera por un misal y se viste de Cayetano, pero todo sea por los votos, perdón por el Puerto. Ya detrás tenemos a gente que se arropa en sus mítines con la bandera de otro país, y otra inconstitucional, y termina por olvidarse de que su partido criticó a Teófila o a Candón por tener puestos en el Congreso. No podemos olvidar a los románticos, quienes se convirtieron hace tiempo en la Naranja Mecánica, pero que siguen creyendo en un ideario que nunca fue malo. Cierran el elenco los recién llegados, verdaderos valientes que quieren dejar testimonio de que las cosas se pueden hacer de otra manera, aunque eso sea un secreto de estado, pero al fin y al cabo valientes que dan un paso al frente. Y así, con este panorama, llegamos a la recta final de una campaña donde ni la vida privada de quienes salen al terreno de juego se ha respetado. Una campaña que demuestra que estamos llegando a unos niveles en donde todo vale, pero claro, es solo el seguir el ejemplo de una nación donde es más valorado un creador de letras zafias de reguetón que un físico nuclear Doctorado en químicas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios